Nacionales | 30 May Todos a salvo
La inseguridad es un tema que parece no tener fin y que lleva al enfrentamiento, no sólo entre la opinión pública y el Gobierno, sino también entre las mismas figuras políticas. En este sentido, el diputado nacionalista Javier García respondió a una columna del senador colorado Pedro Bordaberry, en la cual advirtió del “peligro” de “pasarse para el otro lado”, una vez que los militares tengan “participación activa” en las calles.
Al respecto, García dijo no entender la posición de Bordaberry y descarta “que pueda haber, ni de cerca, algún riesgo institucional” si los militares se hacen cargo de la seguridad callejera. “Hoy el derecho a la libertad y a la seguridad e integridad de las personas y la sociedad está amputado por una inseguridad que hace que la gente viva en el temor a ser violentada y limite su libertad” indicó, según El Observador en su página web.
Según el nacionalista, cuando una familia pasa por una situación crítica, destina todos sus recursos para atender esa circunstancia. “Con las sociedades pasa lo mismo, si tiene una situación crítica recurre a todos sus recursos humanos y materiales para enfrentarla. Aquí se recurre siempre a los militares: si se rompe un puente allí van, si Adeom no levanta la basura allí van, si se escapan los presos allí van a las cárceles. Y cuando la ONU nos pide que vayan a hacer de policías a las Misiones de Paz, allí van con aprobación parlamentaria unánime. ¿Así que pueden ayudar a la IMM, a Salud Pública, en las cárceles, con los inundados y hacer de policías en Haití pero no pueden ayudar a la seguridad pública aquí? Parece contradictorio”, afirmó. “Dice el senador que no están preparadas, y es verdad. Tampoco lo están para las otras tareas”, añadió.
Finalmente, manifestó que los uruguayos “están realmente hartos de no vivir en paz y tienen razón. Si el sistema político está a la altura de las circunstancias debe responder recobrando la autoridad que se perdió”, informó el portal.
Malos entendidos
Por su parte, Bordaberry le respondió a través de Twitter. “Mayo amargo”, tecleó. Al respecto, García definió que “la seguridad es un derecho humano que debe garantizar la democracia. Amargo es no garantizar los derechos humanos”. Ante esto, Bordaberry aclaró: “Yo me refería al partido de fútbol de ayer en el que tu cuadro le ganó al mío, ¿qué entendiste?” (el domingo Nacional derrotó a Wanderers 2 a 0). Sin embargo, el legislador nacionalista no dio el brazo a torcer: “Vos sabés a que te referías y yo también”, sentenció.
“Enano demente”
Los dardos llegan de todos lados y se dirigen en todas direcciones. Esta vez, los protagonistas son el diputado nacionalista Jaime Trobo y el frenteamplista Juan Castillo. La polémica comenzó cuando Trobo afirmó, vía Twitter, que el presupuesto destinado a la publicidad es un “despropósito”. Asimismo, dijo que el Frente Amplio (FA) cree que es la única fuerza política que hay en el país.
Más tarde, manifestó a UNoticias que el gasto se hizo con recursos propios, algo que “ellos pueden hacer”. En este sentido, definió a la fuerza política como “enferma de hegemonía” y que, a pesar de todo, se llevaron un “fiasco en las elecciones internas”. También dijo que al FA se le deja hacer lo que quiera. Concluyó al señalar que la unidad en la izquierda “no existe”.
Cuando Castillo se enteró, se armó una batahola mediática: “enano demente” fueron las palabras que utilizó para calificar a Trobo. En este sentido, explicó que “se puede ser enano por naturaleza”, pero Trobo es un “enano demente al que no le dan las neuronas para realizar un cambio como el que realizaron en la coalición de izquierda”. Además manifestó: “el diputado no tiene que hablar acerca del FA”. Luego lo desafió, “si le dan los cojones”, a criticar a su propio partido.
La culpa es del otro
El lunes, el Frente Amplio (FA) ajustó la cantidad de votos que recibió en las internas del domingo: 170.770, unos 52.000 (24%) menos que en las elecciones de 2006, cuando se presentaron a votar 222.000 personas. UNoticias conversó con la senadora Lucía Topolansky sobre el tema: “en política se debe tener en cuenta la contextualización y cada costa tuvo puntos de partida diferentes, con circunstancias de diferentes características”, manifestó. “Instalamos el tema de las elecciones en un tiempo récord de 47 días. En los medios del Interior fue más fácil porque son más accesibles. Pudimos coordinar notas de una forma más fácil. En Montevideo, para acceder a un medio se tiene que pagar o depender de la estructuración que hagan los periodistas”, explicó Topolansky a UNoticias. Sin embargo, para los analistas políticos dicha baja en la votación no tiene que ver con la dificultad para acceder a los medios, sino con una “disminución de la convocatoria”, sumado a un descontento de los frenteamplistas con el partido.