Opinion | 03 Jun Los resultados de análisis presentados la semana pasada en Fray Bentos sobre el monitoreo realizado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente sobre los efluentes sólidos y líquidos de la planta de celulosa de UPM en Fray Bentos, que comprende el año 2011 y hasta abril pasado, indican que el mayor emprendimiento industrial existente en Uruguay no tiene registros de contaminación que sean de atención.
Las muestras son tomadas en los mismos lugares que las extraídas en el marco del monitoreo conjunto que realizan Uruguay y Argentina a través de la CARU. Esto hace pensar que entonces, los resultados del monitoreo conjunto deberían ser los mismos o similares al realizado a nivel nacional, pero lo cierto es que las poblaciones litoraleñas aún no contamos con esa corroboración porque los gobiernos de ambos países no han querido informar.
Cabe recordar que el monitoreo conjunto fue instrumentado por recomendación de la Corte Internacional de La Haya en el marco del juicio que Argentina realizó contra Uruguay.
De acuerdo a lo trascendido, es el gobierno argentino el que no permite la difusión de los resultados del monitoreo, lo cual resulta paradójico si recordamos que llevó el caso a los tribunales internacionales invocando la protección del recurso natural y la salud de los pobladores.
No es el primer incumplimiento en el que incurre la CARU por palos en la rueda puestos por Argentina. En 2007 paralizó las tareas del Programa de Calidad de las Aguas y Control de la Contaminación del Río Uruguay (Procon), que se realizaba desde 1987. Tampoco se inició entonces un programa de monitoreo específico del río Uruguay en la zona de Fray Bentos, por lo que Uruguay decidió llevar adelante por su propia cuenta --en aguas jurisdiccionales uruguayas y asumiendo la totalidad de su costo-- un monitoreo que permitió establecer una línea de base previo y en el inicio del funcionamiento de la planta de celulosa.
En definitiva, los gobernantes de Uruguay y Argentina conocen los resultados del monitoreo conjunto realizado por el Comité Científico Binacional pero los ciudadanos no hemos sido informados, así como tampoco sobre los aportes contaminantes del río Gualeguaychú, que también está comprendido en este estudio. Es una falta grave que no hace otra cosa que revelar cuán lejos están los intereses de algunos gobiernos de las preocupaciones de la gente.