Opinion | 30 May La información dice que Uruguay fue sede el año pasado de 216 congresos (120 nacionales, 53 regionales y 43 internacionales), con un promedio de 300 participantes por reunión. Sin dudas una noticia alentadora, especialmente cuando el 8 y 9 de junio venideros se desarrollará la Feria Internacional del Mercado de Reuniones de América Latina y el Caribe en Punta del Este. Esa ciudad tiene el más importante centro de convenciones del país, con capacidad para 5.500 personas. Montevideo ya planifica uno, quizás aun más grande.
La actividad representa unos 80 millones de dólares, pero si se toma en cuenta el gasto de los congresistas fuera del área de la reunión a la que asisten, ese ingreso casi se duplica. Mejor todavía, la mayor parte de los congresos tiene lugar en temporada baja, entre marzo y noviembre.
No hay dudas que un turismo cautivo como el de reuniones y congresos es muy atractivo, porque llegan turistas de medio y alto poder adquisitivo, que gastan mucho más que un turista común.
Pero la información habla de que el turismo de congresos es una estrategia nacional de turismo, lo que claramente no se aprecia al menos en esta parte del territorio. No es, obviamente, un problema exclusivamente del gobierno nacional, sino que el asunto obedece al principal problema crónico del país, el centralismo.
Resulta claramente más sencillo organizar congresos en Montevideo o en Punta del Este, en la medida que las conexiones internacionales están al alcance la mano.
Mucho se habla en el departamento de desarrollo turístico, y específicamente la Intendencia ha expresado su deseo de potenciar el turismo de congresos. Pero necesariamente debe comprenderse que se hacen imprescindibles inversiones privadas para que eso sea realidad. La Fiexpo 2012 es una singular oportunidad para que tanto el sector privado como el público de nuestro departamento puedan apreciar de primera mano cual es la oferta con la que se compite y hasta donde esa competencia es posible. Pero, más todavía, es la gran ventana en la que ofrecer Paysandú a los organizadores de pequeños y medianos congresos.