Locales | 03 Jun Historia familiar
En el año 1395, según un documento de los archivos navarros en la zona de Baja Navarra habia una maison -casa- con el nombre Elhordoy. En esa época las tierras eran propiedad del rey, quien formaba parcelas y las designaba como casas nobles y casas francas. Las casas nobles eran asignadas generalmente a personas que estaban al servicio del rey, así como quienes desempeñaban funciones de alcalde y por eso estaban exentos de pagar tributos. Las casas francas eran dadas en calidad de metager (inquilinos o medianeros), siendo una de estas la casa de Elhordoy, según el documento. En esa fecha la ocupaba un señor llamado Bernat, que llevaba como apellidos D’ Elhordoy de Arrautte.
Entonces los varones tenían un nombre, en este caso Bernat y los apellidos tomaban el nombre de la casa y del lugar en que residían. Cuando la Iglesia Católica, por decisión del Concilio de Trento, resolvió que los nacidos a partir de ese momento tendrían su apellido en forma permanente, esto se comenzó a aplicar en Baja Bavarra aproximadamente desde 1650.
El primer Elhordoy nacido de esta forma se llamaba Jeanne, hija de Johanes Elhordoy, procedente de Arrautte y de María Itturrondo, procedente de Masparrautte y registrado en la iglesia de Masparrautte.
Así comenzó la existencia del apellido Elhordoy en forma permanente, hasta que la emigración se produjo porque un solo hijo se beneficiaba del predio; los otros debían desempeñarse como empleados de su hermano o irse a trabajar a otros predios, dedicarse a funciones religiosas o emigrar.
El primer Elhordoy en llegar a Uruguay era nacido en Masparrrautte y se llamaba Bertrand y está registrado en el Consulado Francés en el Uruguay en el año 1836. Posteriormente llegaron en el siguiente orden: Bertrand, registrado en 1839, procedente de Masparrrautte y luego Bernardo en 1875 también procedente de Masparrautte; posteriormente Jean registrado en 1875 procedente de Urrugne, y Jean Baptiste registrado en 1871 también procedente de Urrugne. Los primeros se afincaron en Rincón del Cerro donde nació Vicente, hijo de Bertrand y de Marie Bidegaray, quienes formaron una familia numerosa; otro que tuvo una gran familia fue Bernard, ahora diseminada por todo el país.
El Encuentro
El domingo 27 de mayo se realizó un encuentro de la familia Elhordoy, con miembros provenientes de Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, San José, Colonia, Tacuarembó, Canelones y Montevideo, viviéndose momentos de intensa alegría y emoción, identificados los 182 asistentes por tarjeta con nombre y localidad sobre el corazón.
Con disposición y grandes deseos de hacerlo, desde hace dos años Gloria Holzmann Elhordoy, junto a Irma Elhordoy, comenzaron la convocatoria. Para eso contaron con la invalorable colaboración de Ruben Cabrera Elhordoy, que hizo la investigación histórica. El árbol genealógico llega hasta la 5ª generación.
Los contactos fueron hechos por Internet y Facebook, uniéndose nuevos integrantes a la búsqueda de familiares, concretando lugar y día de la reu-nión. Recibieron saludos desde Argentina, EE.UU., España y varias ciudades de Europa con afectuosos mensajes.
Muy cálidos y sinceros abrazos hubo al momento del reencuentro; la enorme alegría quedó demostrada en una constante sonrisa en los rostros, y reiteradamente se oía: “¿tú también eres descendientes de ‘los Juanes?’”, como cariñosamente llama la familia a aquellos hermanos, todos Johanes.
El almuerzo en el salón del Club Casa Blanca contó con el aporte fundamental de un día luminoso y aliado de la alegría de la familia, donde varias generaciones desde lugares diferentes, se encontraron para compartir momentos inolvidables, consultando la larga estela de papel con el árbol genealógico y agregando en ella los nombres de las últimas generaciones, con fondo musical de temas tales como “Celebra la vida” que todos entonaron. En panel aparte, fotos antiguas de familia y actuales de las dos casas de Baja Navarra en los pueblos de Arruate y Masparruatte.
Llegaron ómnibus desde Montevideo y micros de varias localidades, llevando al frente una gran bandera vasca y el nombre “Elhordoy”; también varios de ellos aportaron fotos de sus padres fallecidos para sentirlos unidos.
Antes del almuerzo, emocionados y de pie, todos los asistentes escucharon el Himno Vasco y luego de los postres, se presentó una reseña de la historia de la familia Elhordoy. En el amplio salón se destacaban las coloridas banderas del País Vasco.