MARTIN CANEPA

Deportes | 04 Jun QUEBRACHO (por Aldo Bóffano). En conversación con EL TELEGRAFO, Martín Cánepa, piloto que lideraba la etapa al suspenderse la competencia por la tercera fecha del Nacional de Rally, dijo que su auto venía bien y, “a pesar de cometer un error en la primera pasada del tramo dos, yéndome de largo en una chicana y perdiendo mucho tiempo, había hecho una ventaja importante en el primer tramo”.
En ese momento, todavía no estaba tomada la decisión de que la competencia no continuaría al día siguiente, es decir en la víspera, pero sí se tenía conocimiento del accidente en el que falleció un espectador.
“No sabemos qué irá a suceder con el resto de la carrera, pero esto nos pone en una posición interesante para dar pelea en el campeonato”, agregó al tiempo que resaltó “lo bueno de la organización y el estado de los caminos. La Intendencia de Paysandú ha hecho un gran trabajo para traer al departamento otra vez al rally, de hecho se han preocupado y mucho”.
Mientras tanto su copiloto, y padre de Martín, Omar Cánepa, expresó después de finalizados los dos primeros tramos que “la jornada se ve empañada por este lamentable y desgraciado accidente. Ojalá que la primera versión que tenemos no sea la correcta, que sea menos de lo que nos han dicho”.
“En lo que a la parte deportiva refiere, más que satisfechos por lo que ha hecho la gente de Paysandú, por la Intendencia, ni que hablar el Club Uruguayo de Rally. Nosotros venimos ganando la etapa, ganamos el primer tramo por una diferencia casi diría que tranquilizadora. Tanto es así que luego tuvimos una pinchadura pero igual ganamos, al igual que al tercer tramo, pero se suspendió el cuarto por este hecho”.
“Quedamos afuera”
Federico Sosa Lapitz, piloto de Treinta y Tres, residente en Maldonado, levantaba campamento del Parque Municipal de Quebracho.
“Terminamos mal, no solo por esta incidencia lamentable sino porque en lo deportivo nosotros tuvimos un incidente al hacer un trompo al lado de un vehículo que estaba volcado , el de Prudente (Gustavo), de Maldonado, y como consecuencia al tratar de desviarlo y al copiloto que estaba junto al auto, nos salimos del camino”, dijo.
“Quedamos fuera de competencia y no terminamos la carrera”, señaló, aunque aclaró que lo mencionado “no fue en el tramo donde se vivió este accidente fatal”.
Todos en el parque de asistencia demostraban en sus rostros la tristeza por lo sucedido. Pero, también, los deportistas dejaron en claro que nada tuvo que ver la organización, sino que el accidente fatal se debió a la imprudencia del espectador fallecido.
“Las organizaciones se hacen con el mejor espíritu en cuanto a que todo salga bien, y en especial para Paysandú. Los PE fueron divinos, espectaculares, rápidos y, sinceramente, no vimos nosotros un lugar en el que sintiéramos que habíapeligro para el público. Al contrario”.
Sosa Lapitz agregó que “no había un lugar que fuera peligroso para el público, porque la organización trabajó tanto que tomó todas las medidas de seguridad necesarias para que esto que sucedió ni siquiera se pensara”.
El piloto de Treinta y Tres, que participó junto a Víctor García como copiloto en el Peugeot 206, no encontraba respuestas a lo sucedido, al igual que sus colegas, que no solo se solidarizaron con la familia del fallecido sino también con Nicolás Russo y Pablo Lozano, quienes iban en el auto que atropelló a la víctima fatal.
“Después de volver el Rally a Paysandú, luego de tanto tiempo, que lo que pasó lo enlute de esta manera es realmente penoso por todo. Desde los familiares de la persona fallecida, a los que desde ya me sumo a su pesar, hasta Russo, que tuvo que pasar por esta situación”, indicó.
La fatídica primera jornada de esta tercera fecha del Nacional de Rally terminó por sellar la suerte del Rally de Paysandú. Nadie tenía ganas de seguir corriendo, y quedó claro desde el primer momento, más allá de que horas después los pilotos tomarían la decisión que se esperaba.
Paysandú se quedó con las ganas de vivir una fiesta, que duró varias horas, hasta que una imprudencia terminó por enlutar lo que era una jornada espectacular, y que daría paso a un segundo día de competencias que se esperaba fuera un éxito. Pero todo quedó en la nada, en medio de lamentos generalizados.