Paysandú, Domingo 10 de Junio de 2012
Locales | 10 Jun El sanducero Javier Ricca desarrolló una charla en el Centro Universitario de Paysandú sobre su obra, que incluye una investigación sobre el mate, una novela histórica sobre el Éxodo del Pueblo Oriental y la “Conspiración de Casa Blanca”, mito y realidad de esta sublevación, fundamentada en una amplia documentación.
Ricca fue presentado por la profesora Nelly De Agostini y la integrante de la Comisión de Cultura del CUP, Graciela Geninazza, y posteriormente habló sobre sus obras.
Refiriéndose a la investigación que llevara a la publicación del libro “El mate”, el escritor explicó: “Estaba tomando y quise saber qué era eso, la yerba, de dónde venía. Increíblemente, al buscar en mi biblioteca --tengo una bastante importante-- y en otras, no hallé material. Estamos hablando de cuando no había Internet. Cuando terminé la obra, recién habían aparecido cinco o seis sitios donde se hablaba de la yerba; no había dónde recabar información. Vean qué paradoja: en el 2002 pensé que el libro ya dejaría de ser importante y la gente en Internet podría acceder a mayor información. Yo participé en formar algunas páginas web sobre la yerba. Hace tres años se hizo tan complejo saber lo que era cierto y serio, sobre la yerba mate, que desde Argentina me pidieron que hiciera una versión argentina sobre ‘El mate’”.
El escritor señaló que en Uruguay se publicó el libro por carencia de información, mientras que en Argentina por exceso de información. “La tecnología jugó a mi favor. Este libro ganó un premio en París entre 25.000, en el rubro bebidas inalcohólicas”, agregó.
Este libro fue publicado en 2002 en Uruguay y unos años después Ricca deseaba cambiar de temática, por lo que publicó en 2008 la novela histórica “La intriga del Ayuí: el éxodo del pueblo oriental”. “Quise salir de la yerba mate, así que me pareció importante el éxodo, que ganó trascendencia en el bicentenario”, aseguró. “Me leí todo el Archivo Artigas, siguiendo las peripecias del Éxodo, analizando todos los accidentes geográficos y políticos del hecho”, acotó.
Pero “cuando investigaba el éxodo, me encontré que personajes que en la conspiración de Casa Blanca se daban por muertos, en enero de 1811, aparecen vivos en octubre de 1811. Me encuentro con los escritos de Ariosto Fernández, en los que cuestiona la conspiración en cuanto a su existencia. Escribí entre 2002 y 2003, en la Red Paysandú, un artículo sobre la conspiración de Casa Blanca; para mí existía. Cuando Ariosto Fernández duda de este hecho, uno puede tener varios caminos: se cierra a lo que uno creía y lo defiende, o se abre. Me dije: vamos a investigar qué hay detrás de esto”, explicó.
Esas investigaciones llegaron a canalizarse en el ensayo “Una mentira bicentenaria”. “Ariosto Fernández tenía razón”, añadió Ricca, quien viajó a Rio de Janeiro para estudiar documentos sobre Uruguay, entre ellos sobre la figura de Michelena. “La conjura de Casa Blanca se realizó en la estancia de Almagro, ahí se reunieron los patriotas, viene Michelena, mata a unos y hace prisioneros a otros, es sucede en enero de 1811. Por eso no ocurre el Grito de Casa Blanca. Pero en la investigación de Fernández se comprueba que Michelena estaba en Colonia, por lo tanto, el hecho no ocurrió, ni hubo captor ni hubo conspiración o ‘grito’. Esa documentación está en el Archivo Artigas y se puede acceder a ella”, explicó.
“Investigué qué había pasado con esos conspiradores y logro reconstruir la vida de cada uno de ellos. Uno de ellos, después de ese hecho, escribe una carta a Buenos Aires, el Padre Silveira no estaba encarcelado, otro sanducero que dicen que murió aparece en el éxodo y así sucesivamente. Lo positivo es que ellos fueron patriotas, estuvieron comprometidos con la causa, fueron muertos o encarcelados por luchar. No hubo un demérito de la historia, sólo hubo confusión al encadenar los sucesos. Solo hubo un mal entendido que nadie había focalizado e investigado”, aseguró Ricca.
“Pivel Devoto, que le creyó a Ariosto Fernandez, jamás menciono la conspiración de Casa Blanca, Lincoln Maiztegui dice que el hecho no existió. Miguel del Cerro no muere en Casa Blanca sino atravesando Uruguay acompañando el éxodo, había luchado en la Defensa de Paysandú con Bicudo. La confusión nace con el historiador Francisco Bauzá en 1897, quien escribe por primera vez sobre la conspiración de Casa Blanca, error que hereda de Isidoro de María. A partir de esa semilla se hizo una ‘gran historia’. Lo que escribo en este libro está documentado y presento o transcribo dichos documentos, allí queda dicho que el Saladero de Casa Blanca tampoco tiene 200 años, fue fundado en 1860 por Libaro, pero esa es otra historia...”, concluyó diciendo el disertante.
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