Opinion | 07 Jun De acuerdo a lo informado por la directora de Cultura, Laura Juan, un total de casi 1.200 personas de diferente edad asisten en la ciudad capital y el interior del departamento a distintos cursos de carácter anual impartidos por la Intendencia.
Es así que niños, adolescentes y adultos estudian música, dibujo y pintura, danza, manualidades y cerámica, en una evidente dinamización de estos cursos en diferentes locales. En este sentido, cabe destacar que además de utilizarse la infraestructura de la Dirección de Cultura, se están impartiendo algunos en sitios como la Biblioteca Municipal “José Pedro Varela” o el Centro Cultural Bella Vista, así como en municipios y juntas locales del interior departamental.
Se trata de una impronta descentralizadora que mucho bien le hace a la gestión cultural de una comunidad, con oportunidades de estudio valiosas para especializarse en una rama del arte --como la música, la pintura o la danza-- y la artesanía a un público que por distintos motivos no puede acceder habitualmente a otras propuestas similares que se ofrecen desde la órbita privada.
El gobierno departamental y en particular su Dirección de Cultura, debe tener un claro compromiso con el hacer cultural de su comunidad no sólo ofreciendo capacitaciones como las mencionadas, sino también siendo receptor de sus inquietudes y propuestas, escuchando y planificando su acción.
Ponerle “oreja” a las demandas de la sociedad es fundamental en el apuntalamiento de una identidad que hemos construido a lo largo de mucho tiempo pero que sigue en construcción permanente y, de la cual uno de sus aspectos es el aporte de nuestros músicos, pintores, bailarines, ceramistas o artesanos. Que los tenemos y muy bueno.
Descentralizar la acción formativa en estas disciplinas, llegando mejor y más lejos, acercándose a las comunidades del interior con propuestas de largo alcance --como los cursos de la Escuela de Música, que duran cuatro años-- era parte de una demanda que necesitaba ser contemplada para realizar una gestión que tenga en cuenta la equidad y la equiparación de oportunidades. De esta manera, congratula saber que esa es la línea trazada y es de esperar que estos pasos iniciales permitan avanzar hacia los objetivos compartidos como comunidad.