Paysandú, Miércoles 13 de Junio de 2012
Opinion | 08 Jun Una dama de ciento cuarenta y nueve años. Eso es esta ciudad, nuestra ciudad, que hoy celebra un año más desde que fue declarada ciudad. Llevaba ya una larga trayectoria como población y poco después viviría su hora más dolorosa y al mismo tiempo más gloriosa, cuando un puñado de valientes, no rehuyó su momento histórico y defendieron la ciudad hasta morir.
Paysandú, “ciudad de paz y risa a flor de labios/brújula para el rumbo de los sueños/florecida en el alma de la piedra/pero con corazón y pensamiento”, al poético decir de Miguel Ángel Pías. Una ciudad que provoca orgullo en todos quienes aquí vivimos, pero al mismo tiempo una comunidad que busca su destino en un mundo que no solamente ha cambiado desde el inicio y desarrollo de la gran industria sanducera, que hoy ya no es ni tan desarrollada ni tan sanducera.
Aquella “completa seguridad de prosperidad” que se esperaba Paysandú iba a tener cuando se la declaró ciudad no fue tal, en la medida que nada es para siempre y que el presente se construye trozo a trozo.
Pero a lo largo de su historia --como población y como ciudad-- Paysandú ha demostrado que puede sobreponerse a las dificultades del mismo modo que apoyarse en sus logros.
Esta comunidad está integrada por muy diversos sectores, que deben basarse en el respeto mutuo para el crecimiento constante. No es fácil ni sencillo que le vaya bien a todos al mismo tiempo, pero se debe caminar hacia el bienestar común.
Éste no debe basarse simplemente en lo económico. Por el contrario, si bien es cierto que aspectos financieros son claves para cada familia, también lo son la forma en que vivimos en comunidad, desde cómo cuidamos la limpieza, cómo nos desenvolvemos en el tránsito, cómo respetamos la propiedad ajena, cómo dignificamos el ser sanducero ante propios y extraños.
Ser sanducero es un don. Es un orgullo. Pero también una responsabilidad. No sólo hay que estar cuando se recogen los frutos, también en la siembra. Cada uno de nosotros debe sentir el diario deber de desde su lugar, sea cual sea, dar lo mejor para continuar impulsando una comunidad sanducera que cada vez que lo intenta vuelve a levantarse. Inmortalizada por los héroes que entregaron su vida en su defensa, los que seguimos su camino levantamos la antorcha, la misma que hoy llega otra vez a plaza Artigas, para iluminar nuestro camino y el de nuestros coterráneos. Paysandú es un sentimiento, que florece el mburucuyá y se sustenta en los colores artiguistas.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Jun / 2012
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com