Nacionales | 08 Jun “Problemas familiares”
Las aguas están agitadas en todos los ríos y, como una forma de apaciguar la tormenta, las explicaciones han surgido de todos lados. Desde esta perspectiva, la senadora frenteamplista, Lucía Topolansky, reiteró a Radio Montecarlo que la ministra de Vivienda, Graciela Muslera, dejó su cargo voluntariamente. “No hay ninguna objeción a la gestión de la ministra. El presidente estuvo estudiando la gestión del Ministerio, que en este período tuvo un excelente plan quinquenal, con siete programas que se están llevando adelante sin dificultades”, explicó, según El País Digital. Sin embargo, un motivo hubo. Según Topolansky, las razones que movieron a la ministra a poner su cargo a disposición del presidente fueron “que es madre de cuatro hijos, y a su vez única hija de dos padres que tienen problemas”, por lo que “quedó acotado su tiempo por razones familiares y decidió dar un paso al costado”.
En este sentido, la senadora aseguró conocer dicha situación desde hace tiempo. “Esto lo sabía desde hace mucho pero ella venía tratando de capitanear dos barcos difíciles y llegó a este punto, esta encrucijada, en la que la familia siempre es algo que importa a las personas”, manifestó.
“Que se vayan”
Los coletazos de la interpelación que realizó el diputado nacionalista, José Carlos Cardoso, al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, continúan llenando páginas. La República publicó que desde el Partido Nacional manifestaron su disconformidad con la gestión del Gobierno y aseguraron que su retirada de sala luego de la moción de censura significó una “divisoria de aguas”, entre el oficialismo y la oposición.
“Si esto es una divisoria de aguas, que se vayan de los cargos públicos que con generosidad les dimos”, respondió la senadora Lucía Topolansky a esta afirmación. “Si habrá diálogo que fue el único gobierno que dio participación en los organismos públicos: si están tan desconformes que se vayan”, manifestó.
Asimismo, dijo que las interpelaciones no deben ser pensadas para que sirvan de promoción en la interna política de los partidos de cara a la población. “Que las cosas se hagan con seriedad y no con escenografías montadas”, recalcó Topolansky.
En otro orden, dudó de que todo el Partido Nacional esté alineado detrás de la posición del interpelante José Carlos Cardoso. “Eso fue en boca de Cardoso, yo tengo dudas porque conozco y hablo con varios legisladores blancos, que sea la opinión del Partido Nacional. Pero si es verdad que todos están alineados atrás de Cardoso, bueno, que se vayan”, reiteró.
“Hace dos días Abreu largó su candidatura, Cardoso quiere ser precandidato, Analía Piñyerúa quiere interpelar: en realidad tiene un problema de necesidad de protagonismo para la interna de su partido, pero eso no es lo que le interesa al país”, opinó la senadora.
Como los Kirchner
Por su parte, El País Digital publicó que blancos y colorados coinciden en que los problemas parten del gobierno hacia la oposición y que son el resultado de las diferencias internas del propio Frente Amplio. Asimismo, anunciaron que no dejarán los cargos ya que constitucionalmente le corresponde a la oposición ejercer el contralor del Poder Ejecutivo.
“El problema no lo tiene la oposición con el gobierno, sino que es al revés” porque “los enfrentamientos hoy son más graves adentro del partido de gobierno que con la oposición”, sostuvo a El País el senador nacionalista Gustavo Penadés. “Tendrían que bajar los decibeles de soberbia que algunos actores del gobierno tienen, como el ministro Bonomi”, indicó. Para él, “la soberbia conduce al gobierno a los permanentes enfrentamientos”.
En cuanto a las declaraciones de Topolansky, Penadés las interpretó como “una amenaza subliminal” a la oposición. Además, expresó que “algunos actores del gobierno tienen la necesidad de confrontar con alguien, siempre (…) Y si no hay nada para confrontar, lo inventan”. En este sentido los comparó con los mandatarios argentinos: “parecen muy parecidos a los Kirchner”.
Por su parte, el senador colorado Ope Pasquet dijo que el gobierno “tiene demasiados problemas internos”. Luego los enumeró: “la ineficiencia, la incoherencia y la locuacidad contradictoria e incontenible” de Mujica y Topolansky, así como la “falta de credibilidad” de algunos ministros.
Calmar los ánimos
El ex presidente Tabaré Vázquez buscó bajar la pelota al piso al definir los cambios de gabinete como “naturales”. “Es potestad del presidente. A quien elegimos los uruguayos es el presidente de la República y él elige a su equipo de trabajo, que no tiene por qué ser permanente y eterno. Y cuando digo eterno, me refiero a los cinco años de gobierno”, explicó Vázquez. Asimismo, recordó que durante su mandato “hubo varios cambios, entonces creo que no hay que dramatizar esta situación”, dijo. “Es natural y pasa en cualquier equipo”, añadió. Para que no quedara ninguna duda, hizo un paralelismo con la selección uruguaya: “Nadie se cuestiona que Coates vaya a jugar por Lugano”.