Nacionales | 09 Jun Todos contra Dovena
Blancos, colorados e independientes criticaron con dureza al embajador de Argentina en Uruguay, Dante Dovena, por haber realizado declaraciones públicas que son una “intromisión” en asuntos internos y reclamó que el canciller Luis Almagro le pida explicaciones al representante diplomático.
Dovena, embajador en Uruguay desde fines de 2010, es un dirigente político muy cercano a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. En una entrevista publicada el jueves por el semanario “Búsqueda”, Dovena dijo que el ex presidente Tabaré Vázquez “debe estar arrepintiéndose” de haber dicho que le pidió apoyo a George Bush ante un posible conflicto bélico con Argentina a partir del diferendo por Botnia (actual UPM).
Agregó que “nunca” le creyó a Vázquez cuando el año pasado anunció su retiro de la vida política. “Pero bueno, él dijo eso, vamos a ver si cumple con su palabra”, señaló Dovena.
El senador y presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber, dijo que los comentarios de Dovena son “rechazados desde todo punto de vista” porque no sólo implican “una clara intromisión en asuntos internos de nuestro país, sino también en los asuntos internos de un partido político”.
Heber dijo que con sus declaraciones Dovena demuestra que “se siente un frenteamplista más”. Para Heber, el canciller Almagro debe pedirle explicaciones a Dovena y adelantó que planteará el tema el próximo martes cuando el secretario de Estado concurra al Parlamento convocado para analizar la relación bilateral con Argentina.
En tanto, el senador colorado Ope Pasquet dijo que las declaraciones de Dovena “son infelices”. “Esos comentarios sobre la actuación de un dirigente político local (refiriéndose a Tabaré Vázquez) están fuera de su competencia”, señaló Pasquet, quien también estimó que el canciller Almagro debería intervenir.
Por su parte, el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, opinó que “cada vez” que Dovena “abre la boca calienta a un pueblo. Se nota a la legua que no es diplomático de carrera y como político es muy vulgar”, criticó.
Más cuadros “desaparecidos”
Hace medio año, una obra de Figari desaparecía del despacho de la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, hecho que asombró pero que hoy se sabe no es único. El edil denunciante --del Partido Nacional--, Edison Casulo, dijo que lo primero que le llamó la atención fue que 200 cuadros que deberían estar en los museos estaban en oficinas de funcionarios de la Intendencia. “Con esta investigación tomamos conciencia de que había más de 200 obras del patrimonio artístico de la ciudad, municipal, que estaban en el Palacio Municipal. Eso restringe el acceso al arte y a la cultura de los ciudadanos. Pedimos el inventario, el último se hizo en el año 2002, donde se constató que faltaban cuatro cuadros. En el año 1997, se hizo el inventario previo al de 2002 y también faltaban 4 cuadros. Ahora sabemos que faltan 14 obras más, ya la situación es insostenible”.
El edil dijo que esos cuadros “deberían estar en un museo y están en el Palacio Municipal. Además se tienen que sacar de ahí y permitir el acceso a los vecinos, y en el caso de los que faltan hay que buscarlos y tomar nota si efectivamente no están y hacer las denuncias pertinentes para que los ministerios del Interior y Educación investiguen para recomponer el patrimonio de todos los montevideanos”.
La Junta Departamental votó que “se disponga la creación de un Inventario Único del Patrimonio Artístico perteneciente al acervo del Gobierno Departamental de Montevideo”.
Ahora le quieren cobrar el doble
Eduardo Costantini, el multimillonario argentino que financiará el puente en la laguna Garzón, cuestionó el proyecto presentado por el gobierno. Entiende que no es práctico, que está expuesto al clima y que puede ser muy costoso de mantener.
Al inversor argentino le llamó la atención que ahora se hable de un costo cercano a los 4 millones de dólares cuando en un comienzo él se había mostrado dispuesto a pagar un monto próximo a los 2 millones de dólares.
El inversor afirmó que la obra proyectada le parece “más compleja que la anterior” y que “preferiría algo más sencillo, un puente tradicional”. Además, explicó que se pondría “una barrera dividiendo la laguna en dos”, sin dejar lugar para pasar por abajo. Advirtió que con este proyecto se bloquea el paso de un lado al otro para las embarcaciones y para las personas que practican kitesurf y windsurf. “Hay muchos temas técnicos que hay que estudiar. Me surgen varias dudas de distinta naturaleza respecto al diseño del puente”, resumió.
El inversor señaló que tiene dudas sobre cuál es el efecto que el agua y el viento pueden tener sobre la “superestructura de encadenamiento” que está planteada, en un sitio que es por demás ventoso.