Opinion | 13 Jun La imagen en política es una herramienta que se utiliza para alcanzar el poder y una vez conseguido, para conservarlo. Es por ello un concepto central a la hora de elaborar un plan de campaña y en eso se basan los especialistas en marketing político. En definitiva, no solamente se trata de ser, especialmente se trata de parecer. Uruguay es un país fuertemente politizado, donde se cuestionan las más simples decisiones de los gobernantes por el hecho de no haberlos votado, lo que significa en realidad que hay una clara resistencia a aceptar las mayorías. Por tanto, en el paisito hay que tener especial cuidado con el parecer y no solamente quedarse en el ser.
El anuncio del intendente Bertil Bentos de introducir cambios en el proyecto de semipeatonal en 18 de Julio levantó voces de la oposición (departamental), que tachan de improvisación una reforma al proyecto inicial.
Pero lo mismo le pasa al presidente José Mujica y es bueno el ejemplo, porque entonces los partidos políticos se invierten y lo que parece una actitud razonable en uno, es vista como inadmisible en el otro.
No es apuntando contra alguien que se van a solucionar los problemas. Por el contrario, hay que aprender que lejos de los tiempos electorales se debe trabajar codo a codo con la sola condición de ser sanduceros o uruguayos. Ya habrá tiempo para pelear por las banderas que representan ideologías políticas.
Pero este es el país de las campañas permanentes de marketing político y toda acción de los gobernantes elegidos democráticamente por el voto de la mayoría, es visto por quienes se postularon y no lograron ese respaldo como algo reprobable.
Pensar desde la política partidaria todo el tiempo es una idiosincrasia tan uruguaya como defender la celeste en cada encuentro deportivo. Pero eso no quiere decir que no sea necesario cambiar. No se trata solamente de ser buenos ciudadanos, sino de dar los pasos necesarios para parecer buenos ciudadanos.
Es tiempo de comprender que las comunidades como las naciones van hacia adelante con el empuje de todos. Si un sector se limita a hacer lastre, entonces será muy difícil progresar. Ahora y mañana, cuando los roles se cambien, cuando los que hoy quieren ir hacia adelante sean lastre y viceversa.
Es tiempo de liberarse de la política partidaria cuando no sean tiempos electorales. Se elige, los ganadores gobiernan y el resto apoya y ayuda. Democracia. Algo que no se es solamente ser, sino especialmente parecer.