En Santa Blanca

Locales | 17 Jun La Escuela Nº 68 de colonia Santa Blanca tiene 19 alumnos y una sola maestra, que también es la directora. Cubre una amplia zona de producción agrícola ganadera, a unos 80 kilómetros al Norte de la capital sanducera y cerca de la localidad de Chapicuy.
Julia Canovas, la docente a cargo, está vinculada a esa zona desde hace nueve años y destacó la importancia de la reconstrucción de la escuela, que cumplirá 67 años. “Para la escuela es un logro grande, se viene luchando desde hace más de dos años junto con Mevir. Primero fue por la reparación del techo, que fue el origen del pedido a Mevir, pero después se vio la posibilidad de la ampliación”, explicó la maestra.
Dijo que “vienen en total 19 niños desde Inicial cuatro años hasta sexto año, y trabajamos de 10 a 15. Tenemos todos los grados, lo que no es habitual en las escuelas rurales”, dijo Canovas, que vive en la escuela y tiene el apoyo de una funcionaria para las tareas.
En cuanto a los niños, dijo que “todos son de la zona de la colonia Santa Blanca, y hay uno de ellos que recorre diariamente 12 kilómetros para llegar a la escuela. Vienen en vehículos, camioneta o moto; ya no se usa el caballo, como antes”, dijo jocosamente.
Desde la guerra
La escuela fue fundada en octubre de 1945 y desde entonces, más allá de algún mantenimiento, no había recibido cambios estructurales.
La movilización de la maestra, los padres de los escolares, la siempre activa Comisión de Fomento y el apoyo de la Comisión de vecinos de Mevir permitieron hacer el cambio completo del techo, construir los baños dentro del local escolar (“ahora no tendremos que abrigarnos para salir al baño”, dijo una de las niñas en el acto), se amplió el aula de clases, la cocina; se hizo a nuevo el salón comedor de los niños y el dormitorio y el baño de la maestra. También se construyó, junto al nuevo local de depósito, un patio techado. A la vez, al haber levantado el techo, se hicieron tres altillos donde se pueden guardar materiales de uso escolar.
Mientras estuvo la obra trabajando en el local escolar, las clases se dictaron en el edificio del club Juventud Unida, distante a unos 100 metros del predio de la escuela.
Nexo social
La escuela rural sigue siendo uno de los centros más aglutinadores de esas sociedades, como reconoció la maestra directora. En la zona trabajan la Comisión de la escuela, la de la cercana Iglesia Luterana, del club Juventud Unida y la Sociedad de Fomento Rural, recientemente creada.
En esa región sanducera hay muchos descendientes de alemanes, pero también rusos y checoslovacos que vinieron desde Europa huyendo de la Segunda Guerra Mundial, pero también hay otros uruguayos afincados desde mucho antes en esa zona nítidamente agrícola ganadera.
Es una sociedad muy unida, y la maestra destacó también “el compromiso que tienen los padres con la escuela; cuando hacemos reuniones tenemos siempre más del 60 por ciento de los padres y también vecinos de la escuela que colaboran. Porque el nexo social de la escuela en el campo es importante, y para muchas cosas sigue siendo la escuela el centro de actividades”. Por la Escuela Nº 68 de Santa Blanca ya han pasado tres generaciones de vecinos. Aunque ya los bancos, pizarrones y las paredes no son las mismas, abuelos y nietos de la región pueden asegurar que estuvieron en el mismo ambiente escolar.