Paysandú, Jueves 21 de Junio de 2012
Nacionales | 18 Jun “Fantasías que se tejen”
El enfrentamiento entre la oposición y el oficialismo parece no tener fin. En este sentido, el presidente José Mujica expresó que los dichos sobre quiebres en la interna del Frente Amplio (FA) son “fantasías que se tejen para tratar de tener un espacio público”. Además, explicó que el partido de gobierno “siempre ha tenido matices y diferencias”, publicó El País Digital.
En declaraciones a La República, Mujica expresó que no se debe tomar en cuenta “la propaganda de la derecha, no vemos lo que pasa en otras tiendas. El nuestro es un frente de fuerzas diversas, siempre ha tenido matices y diferencias. Las discute y las negocia. Llevamos 40 y pico de años y estamos podridos de que nos traten peyorativamente de colcha de retazos y de que no tenemos coherencia”.
Cada cual a su lugar
Asimismo, Mujica habló sobre la relación entre su partido y los partidos tradicionales y el Partido Independiente. Al respecto, el titular del Partido Independiente, Pablo Mieres, fue quien recibió los palos más fuertes. Él había expresado a El País que el “gobierno está internamente dividido por dos modos de ver la izquierda y eso le hace daño al país y atenta contra la productividad del Poder Ejecutivo”. En este sentido, el mandatario le recomendó “que se meta en el partido de él. Y que trate de salir de la situación congelada en la que está, que se saque la escarcha y después opine del resto de los partidos”.
En cuanto a los demás partidos políticos, Mujica se preguntó por la cantidad de “candidatos a la pre-presidencia”, para luego responder que ya perdió la cuenta. “Es cosa de ellos, lo arreglarán o no lo arreglarán. Me parece que hay que dejarse de todas esas pavadas”, concluyó.
Rectificar el rumbo
Y mientras tanto, en otro lugar del mundo político, el senador de Dignidad Nacional, Sergio Abreu, aprovechaba una entrevista concedida a El País para tocar estos mismos temas. Luego de asegurar que mantiene una buena relación con el senador Jorge Larrañaga, indicó que “la posición de Jorge con el relacionamiento con el gobierno ha cambiado, ha fluctuado”.
En este sentido, manifestó que el rol de la oposición no es destruir: “es tratar de alertar a un gobierno que tiene mayorías de que tiene que rectificar el rumbo”. Al respecto, dijo que actualmente la “diplomacia presidencial” es más influyente que la “política concertada”. “El presidente todos los días tiene una sorpresa o una idea nueva. Eso puede ser atractivo para el periodista, pero muy desconcertante para el actor social, económico, el ciudadano”, indicó.
“No me voy a bajar”
Por otra parte, se refirió a las elecciones nacionales que tendrán lugar en el 2014. “Yo voy a ser precandidato y no me voy a bajar. Voy a seguir hasta el final. Voy a recorrer el camino hasta el último tramo. Yo no estoy corriendo para negociar ninguna posición en el Senado”, manifestó.
Según explicó, son cuatro las corrientes que presentarán candidatura. “La salida de Lacalle ha creado una gran dispersión”, expresó a El País. No obstante, recordó que aún faltan dos años por lo que, a su entender, “la definición está en la posición sobre los temas del país”.
Consultado sobre si la presencia de Tabaré Vázquez condicionaría la estrategia del Partido Nacional, Abreu respondió que no cree, aunque sí considera que se vea condicionada por el estilo de gobierno. “Condiciona sí el estilo de gobierno del FA, que ha mostrado en la segunda etapa que las divisiones internas son muy fuertes, y que las discrepancias filosóficas están más allá de los problemas tácticos”. Con este contexto, señaló que su partido está “en condiciones de poder ganar las elecciones”. “Lo de Vázquez va a ser una continuidad distinta de conducir y administrar los conflictos internos del FA. Que yo creo que es el gran problema del país, una fuerza política que hoy está llevando al país a grandes fragilidades, amparada en determinados resultados económicos que son productos de ciclos internacionales”, concluyó Abreu.
A no meterse
Tras las declaraciones del jefe de Policía capitalino, Diego Fernández, quien sostuvo que la inseguridad actual es consecuencia de la crisis de 2002, muchas figuras políticas de la oposición le hicieron frente. El senador colorado Pedro Bordaberry fue uno de ellos.
Bordaberry dijo a Montevideo Portal que estaba preocupado por la actual situación de la seguridad ciudadana ya que, según indicó, si esta tendencia se mantiene se pasará de 200 a 350 homicidios.
“Está equivocado el jefe de Policía en seguir mirando para atrás. (…) A partir de 2008 se dispararon las rapiñas y este año hay un récord de homicidios”, respondió a Fernández. “El jefe de policía tiene que dedicarse a su trabajo, que es agarrar a los delincuentes y no meterse en la política”, añadió.
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