Abrir una empresa en Argentina
demora cuatro veces más

Locales | 17 Jun Con la puesta en marcha del sistema “Empresa en el Día”, una ventanilla electrónica única que simplifica los trámites y permite registrar una empresa de manera ágil y económica, prescindiendo de intermediarios y trámites complejos, Uruguay se puso a la par de Chile, líder regional en facilitar negocios.
Así lo indicó la publicación Doing Business 2012 del Banco Mundial, que presenta un conjunto de indicadores sobre el entorno institucional condicionante del desenvolvimiento de la actividad económica de los países.
En particular, se analizan las regulaciones y trámites que se aplican en 183 países para aportar mediciones objetivas que permiten la comparación entre ellos.
“Empresa al Día” permite formalizar el registro de una sociedad anónima, una sociedad de responsabilidad limitada o una unipersonal. Incluso las empresas extranjeras pueden abrir sucursales en Uruguay a través de este sistema simplificado.
En Chile, país al que la publicación califica como “más amigable” para los negocios, formalizar una empresa requiere 7 trámites que llevan 7 días, en tanto que en Uruguay, gracias al nuevo sistema, se puede constituir una empresa formal cumpliendo con 5 trámites que insumen también 7 días.
En tanto, para hacer lo mismo en Argentina se necesitan completar 14 trámites que insumen 26 días, un plazo casi cuatro veces más extenso que el de sus países vecinos. “El desaliento no se limita a las trabas para registrar empresas. De acuerdo con el reporte, en Uruguay y en Chile los requerimientos burocráticos necesarios para efectivizar el pago de los impuestos exigen entre 40 a 42 días hábiles de trabajo administrativo, mientras que en Argentina se estima en 52 días hábiles al año. A esto hay que sumarle las cargas impositivas, señaló Infobae.
En tanto, el documento del Banco Mundial, indica que la presión impositiva, como cargas sociales e impuesto a las ganancias, ascienden al 25% de la rentabilidad de las empresas en Chile y al 42% de la rentabilidad de las empresas en Uruguay. En tanto, en Argentina, los impuestos representan un porcentaje que asciende al 108% de lo que una empresa calcula como su rentabilidad normal.
“Con orientaciones ideológicas muy diferentes, los países vecinos muestran una marcada vocación por diseñar e implementar políticas transparentes, responsables y favorables a la generación de negocios legales y competitivos. Subyace el convencimiento de que ésta es la manera más eficaz para promover el progreso social. La Argentina, en cambio, sofoca la actividad económica con burocracia y prohibiciones irracionales. Esto impone a las empresas en Argentina una enorme dilapidación de esfuerzos para lidiar con la burocracia, promoviendo la corrupción, el contrabando, los gestores, las ‘cuevas’ y los ‘arbolitos’. Bajo estas reglas, la pérdida de competitividad es acelerada, por eso –de no mediar un cambio– la salida será reducir el salario real, vía la devaluación del peso”, señaló el centro argentino Idesa, especializado en políticas para el desarrollo social.