Opinion | 18 Jun La recuperación del teatro Florencio Sánchez podría no concretarse a fin de año, más allá que así lo quiere el intendente Bertil Bentos, de acuerdo a lo resuelto por la Comisión Calificadora, declarando desierto el llamado porque a la única propuesta que se había ajustado a las bases, le faltaba las memorias de cálculo. La decisión fue tomada por mayoría, lo que subraya que hubo discrepancias en su seno sobre el procedimiento a seguir.
Pero además, se decidió primero realizar un estudio estructural y posteriormente convocar a otro llamado. Esto no solamente significa un cambio en las reglas establecidas anteriormente, cuando se invitó a varias a empresas a presentarse para la obra de consolidación de la fachada del teatro, sino que extiende el tiempo necesario para que el Florencio pueda ser rehabilitado.
No se trata de tomar desde aquí posición por un criterio o por otro, desde que ambos se sustentan en conceptos técnico-constructivos. Pero lo que no parece lógico es que hace pocos meses se tomó una determinación -la de invitar a empresas especializadas para hacer la obra de la consolidación de la fachada- y ahora se decide otra cosa: hacer un estudio estructural.
Y no es lógico, porque los actores son prácticamente los mismos, desde que la mayoría de los integrantes de la Comisión Calificadora o integran la Comisión de Amigos del Teatro Florencio Sánchez o el Grupo Técnico. ¿Cómo es posible que lo que antes estaba bien hoy necesite de otro estudio estructural, desandando el camino?
Las personas que integran estas comisiones, especialmente si técnicos especializados en arquitectura, ingeniería civil o patrimonio, más allá que las decisiones finales las toma el poder político, deben sin lugar a dudas exponer sus criterios en el momento apropiado. Si hace un tiempo no hubo objeciones para invitar directamente a determinadas empresas especializadas en trabajos de reconstrucción o reparación de bienes patrimoniales, para una obra concreta y específica en el Florencio Sánchez, llama la atención que hoy se pretenda que una empresa -también específica y concreta- sea convocada para empezar otra vez desde un estudio estructural.
Técnicamente puede que sea lo correcto. Pero si lo es hoy, debió serlo también hace algunos meses cuando se decidió ir directamente a la fase constructiva. Los técnicos son prácticamente los mismos. Eso, simplemente eso, es lo que realmente llama la atención. Y es un llamado de alerta.