Inversión de U$S 8,4 millones

Locales | 17 Jun La cooperativa Cotrapay presentó formalmente algunos detalles de su propuesta empresarial para hacerse cargo de la producción en la ex textil Paylana, Tessamerica. Un informe hecho público por los cooperativistas establece planes de trabajo, la inversión necesaria y los posibles mercados para la producción que, según afirmaron, están prontos a comenzar en cuanto cuenten con los medios físicos y financieros de producción.
“Le debíamos a Paysandú esta presentación pública del proyecto”, dijo a EL TELEGRAFO el presidente de la cooperativa, Mauro Valiente, señalando que el miércoles pasado se le entregó el proyecto terminado al presidente del Banco de la República, Fernando Calloia.
Silvia Belvisi, una de las principales asesoras de la cooperativa, indicó por su parte que “el proyecto se desarrolló financiado por el Instituto Nacional Cooperativo (Inacoop) y fue realizado por un grupo de asesores en más de 60 días de trabajo”. Adelantó que, según los análisis y proyecciones, “al tercer año el proyecto se convierte en autosustentable y podría comenzar a invertirse en la modernización de la maquinaria”, y que el dinero pedido al Fondes es “de dos millones de dólares al inicio del proyecto y otro millón alrededor del sexto mes de trabajo”.
Hasta 400 personas
“Trabajarían al principio unas 200 personas --los actuales cooperativistas-- y al cuarto año podría ampliarse a 400 personas, que es mucho menos que lo que tenía Paylana. Esta empresa será más ágil, con menos estructura jerárquica y como va a trabajar con productos más sencillos, tiene menos personal”.
Quienes aportaron técnicamente para el proyecto fueron el asesor legal y jurídico Julio Pérez, la contadora Verónica Griffin, ex gerente de Comercialización de Paylana, que trabajó investigando mercados y viendo la factibilidad del negocio, el economista Jorge Varela, que estudió los números y la ingeniera química Silvia Belvisi por la parte técnica productiva.
El proyecto presentado al gobierno nacional para su apoyo y al Fondo de Desarrollo para su financiación y llamado Tessamerica, está previsto para la fabricación de tejidos planos para damas y hombres con la vista en la exportación.
En este sentido --y producto de los estudios de mercado realizados-- se adelantó que los principales compradores estarían en el Mercosur --el 60 por ciento-- y México --20 por ciento--. También se mantendrían otros clientes de la ex Paylana, y se seguiría desarrollando la línea de tejidos para el mercado de modas italiano.
Más de U$S 8 millones
La inversión inicial que aportaría el Banco de la República y el Fondo de Desarrollo serían exactamente U$S 8.400.000, discriminado en U$S 5.100.000 para la compra de la planta y sus maquinarias y U$S 3.300.000 para capital de trabajo. También --y si quedan recursos después de la “venta” en remate-- podría haber unos 800.000 dólares, que son los créditos laborales que tienen los ex empleados de Paylana para cobrar, lo que engrosaría el capital de giro.
De todas maneras, según se dijo, hay contactos también con el banco Bandes para ciertas financiaciones, aunque sería contra presentación de los documentos de exportación de telas.
Otros recursos a utilizar por la cooperativa sería el eventual uso compartido de los 25.000 metros cuadrados que tiene la planta textil en avenida Salto, y que permitiría el establecimiento de otros emprendimientos para desarrollar un posible “parque industrial”, adosando en principio los llamados “talleres satélites” de confección que trabajaban para Paylana fuera del predio de la fábrica. También habría lugar para otras pequeñas empresas, aunque se aclaró que “no daría rédito en el corto plazo, pero sería un aporte social, como forma de apoyar otras salidas laborales”.
Venta al segundo año
Los cooperativistas esperan tener una venta de 470.000 metros de telas en el primer año de trabajo y 800.000 metros en el segundo año, lo que significaría una facturación de 9 millones de dólares, aumentando hasta 1.200.000 metros en el cuarto año.
Habría dos líneas claramente definidas y con nombre: “Alma donna” la línea de colección de damas y “Nexo” para hombres. De todas maneras, se harían trabajos también en “bonetería”, es decir hilados comunes.
Se analizó también que una de las “amenazas” para la futura empresa en Italia sería la diferencia entre lo que llamaron “el costo uruguayo versus el costo asiático”. Sin embargo, manejaron la posible venta “apenas empiece a producir” a seis clientes de Brasil por al menos 160.000 metros de tela, y en Argentina se colocarían 21.000 metros.