Deportes | 22 Jun La supuesta pelota con la que jugaron la final uruguayos y brasileños el 16 de julio de 1950, en la que Uruguay ganó por 2 a 1 y que le dio nacimiento al “Maracanazo”, fue subastada en Brasil y comprada por un uruguayo en 22.000 dólares.
Daniel Estévez, un uruguayo que vive en aquel país hace más de 30 años, compró la “bola do Maracaná” en nombre de un coleccionista anónimo. Estévez se hizo presente en la Agencia de Leiloes en Porto Alegre con la camiseta celeste con el número 10 que en la espalda rezaba el nombre de Forlán y, mediante celular en mano con el que hablaba con el coleccionista, hizo la oferta. La misma era su precio base de U$S 22.000 y al ser el único oferente, se llevó la pelota que tanta historia le ha dado a nuestro país. De esta manera, la bola más famosa vuelve a Uruguay.
Un “loco” feliz
Aparecieron algunos de los objetos que le habían hurtado a Sebastián Abreu cuando vino a nuestro país a defender a la selección en los partidos contra Venezuela y Perú. Entre las cosas que le habían robado al goleador se encontraba la famosa cámara que el “loco” que lleva a todas partes y que tenía imágenes de la selección tanto en la Copa América como en las eliminatorias, así como también un reloj de gran valor sentimental del futbolista y algunos documentos. Una señora, que prefirió quedar en el anonimato, denunció que le habían dejado en la puerta de su casa un bolso con las pertenencias de Abreu. Al enterarse de esto, el jugador dijo que “la generosidad de los uruguayos es única”, en tanto agregó está “eternamente agradecido con el pueblo uruguayo”. De esta manera, el “loco” está feliz porque podrá seguir filmando con su cámara momentos únicos y lo más íntimo de la selección uruguaya.