Nacionales | 23 Jun “Paz, tranquilidad y alegría”
La discusión en torno a la legalización de la venta de marihuana ha llegado a niveles impensados. El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, confesó haber fumado marihuana en el pasado y que cuando lo hizo sintió “paz, tranquilidad y alegría”. “Fue una experiencia satisfactoria”, manifestó en el Parlamento.
Sin embargo, Breccia aseguró no seguir consumiendo ya que no fue una experiencia que le haya provocado repetir. Consultado sobre las razones que lo llevaron a fumar, el jerarca respondió que “para conocer sobre determinados temas, hay que experimentarlos. No todos, pero sí algunos”. Asimismo, explicó que la droga fue un regalo que aceptó “de buen grado”. Respecto a la opinión de que la marihuana es la puerta de entradas a drogas más duras, Breccia dijo que es “un argumento a tener en cuenta”.
Estas declaraciones provocaron duras críticas de la oposición, que lo acusó de banalizar el debate y también de hacer apología del consumo. “Sólo un pensamiento de aldea puede considerar que se banaliza el debate confesando que fumé marihuana. Es un planteo totalmente hipócrita. Usted sale un domingo a la rambla, la recorremos desde Kibon a Trouville y encontramos olor a marihuana en una cantidad de grupos de gurises y no gurises. Eso fue sólo una manifestación de una actitud privada. El que pueda considerar que esto hace algo a favor o contra el debate de la droga está equivocado y además es hipócrita”, respondió Breccia.
Opiniones encontradas
En otro orden, hay un punto en la propuesta del gobierno de legalizar la venta de marihuana que ha generado especial polémica, y es el registro de consumidores. El País Digital informó que durante la conferencia de prensa de los ministros Daniel Olesker, Eduardo Bonomi y Eleuterio Fernández Huidobro, más el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, quienes dieron a conocer formalmente el proyecto del gobierno para combatir la inseguridad, se percibió que el tema del registro de consumidores era algo “no definido”. Al respecto, Bonomi ratificó a radio Carve que este tema aún no está acordado y que es “algo que se va a ver”. Por su parte, Fernández Huidobro expresó a radio Sarandí que un registro de este tipo tiene “un dejo autoritario”, por lo que se debería “tratar de evitarlo”.
A pesar de ello, el presidente José Mujica dijo al diario brasileño O Globo que la intención del Ejecutivo no es una legalización completamente libre, sino que se pueda controlar “a través de una distribución de redes estatales”.
Más allá de las fronteras
Las repercusiones del nuevo proyecto de ley propuesto por el gobierno llegaron más allá de los límites del país. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que la decisión de Uruguay de legalizar la marihuana no es la mejor, ya que entiende que las medidas unilaterales difícilmente van a solucionar problemas que exigen esfuerzos de varios países. “Si un país legaliza y el otro no, se genera una distorsión”, manifestó. En tanto el ministro del Interior venezolano, Tareck el Aissami, expresó que las medidas propuestas por el gobierno uruguayo son una “trampa”. “Yo creo que más bien debemos invertir en la prevención y no ser reactivos, porque ésta parece una medida defensiva, no preventiva”, expresó. Por su parte, el presidente Guatemala, Otto Pérez, se manifestó a favor de una legalización de producción, comercialización y consumo de las drogas. “Aplaudo y felicito al gobierno de Uruguay por esta decisión”, expresó Pérez, quien añadió que “esta decisión que está tomando Uruguay se debe a que en más de 40 años la lucha frontal contra el narcotráfico ha fracasado”. “Cada país está decidiendo por sus nuevas rutas para combatir el narcotráfico y espero que algún día (la estrategia) sea en conjunto”, deseó. Para Ethan Nadelmann, líder de Drug Policy Alliance (alianza para una política en materia de drogas), la mayor organización en Estados Unidos en favor de la despenalización, el proyecto uruguayo va en el sentido correcto pero falla en su concepción al proponer un monopolio estatal de la planta. “Un monopolio estatal raramente es la mejor forma de regulación”, dijo Nadelmann a la AFP. No obstante, no dejó de felicitar al gobierno de Mujica por la “audaz” propuesta.
Como respuesta, el presidente José Mujica defendió su decisión al manifestar que “alguien tiene que empezar en América del Sur”. “Tenemos que buscar otro camino, aunque algunos lo consideren osado. Uruguay es un país pequeño, donde se pueden hacer las cosas más fácilmente”, dijo al diario brasileño O Globo.
Basta de hipocresías
Los jóvenes del Pit-Cnt parecen concordar con el presidente. Hasta no conocer el proyecto del gobierno, mantendrán su postura de que la mejor opción es legalizar su consumo y su autocultivo. “La hipocresía con que se trata el consumo de drogas ilegales es simplemente criminal. Las grandes ganancias producto del tráfico y del lavado de dinero son garantizadas por la prohibición, así como el sistema político, financiero, judicial y policial corrupto que se beneficia de esta situación”, afirman en el comunicado que publicó El Espectador.