Rurales | 22 Jun Las heladas con registros por debajo del cero grado que se verificaron entre el 7 y 10 de junio, han generado serios problemas en productores agropecuarios del norte, pero fundamentalmente emprendimientos citrícolas de Salto y parte de Paysandú que se vieron afectados por la fecha en la que se produjeron los daños.Desde el departamento salteño se estima que la pérdida de un enorme volumen de cítricos --en el caso de las mandarinas cuantificado por ahora en “varios miles de cajones”--, es uno de los mayores daños. Federico Montes, principal asesor ministerial en citricultura, se reunió el miércoles con representantes de los productores afectados en Salto, al tiempo que se conformó un grupo de trabajo ministerial para poder cuantificar el daño ocurrido. Es muy difícil estimar cuántos productores fueron afectados y cuantificar el daño, precisó Carlos Oriuela, presidente de la gremial Productores Citrícolas Unidos del Litoral Norte. “Seguimos muy impactados por lo inusual de un fenómeno que fue tan grave que hay daños al norte de Paysandú y hasta en la caña de azúcar en Bella Unión”, mencionó. Informó que seguramente en estos días se abrirá un registro para que los productores denuncien los daños y se realice el relevamiento correspondiente.
El presidente de la Unión de Productores y Exportadores Frutihortícolas del Uruguay (Upefrui), ingeniero agrónomo Horacio Ozer Ami, indicó que si bien aún no se han cuantificado las pérdidas, se sabe que son de gran magnitud. “Productores del norte nos dicen que son las peores heladas sufridas en décadas”, sostuvo el profesional sanducero. En Salto las temperaturas llegaron a los 9 grados bajo cero a nivel del césped en varios establecimientos citrícolas, que estiman que no podrán ni siquiera colocar sus cosechas en el mercado interno. La peor adversidad, que se produjo sobre todo en una franja que considera un radio de 40 a 50 kilómetros desde la capital salteña, ocurrió en las madrugadas de los días 7 y 8, con temperaturas que a nivel del suelo cayeron a -11 °C.
Para el ministro Tabaré Aguerre, si bien todos los rubros son importantes, el sector citrícola es clave ya que se está trabajando en la planificación a futuro, en la inserción de mercados (especialmente en Estados Unidos), en renovación de varietales para pequeños y medianos productores, y en la incorporación de riego. Las pérdidas no serían uniformes y variarían según el productor, siendo las zonas más bajas y las plantaciones sin riego las que más salieron perjudicados. “La citricultura no es un sector pordiosero, al cual agarró la helada estando desprevenido. Fue un frente frío extremo, ahora hay que trabajar sobre las pérdidas”, afirmó Aguerre.
Ni las hojas
El presidente de la Mesa Hortícola de Salto, José Luis Ferreira, había dicho a El País que “hay montes de naranjos y limoneros en los que no quedan ni las hojas de las plantas y en el caso del sector hortícola se han perdido cosechas de frutillas y tomates”. Pero Ferreira planteó como lo más importante el hecho de que “hay pequeños y medianos productores que no han podido trasplantar cebollines, por lo que las cosechas de este rubro no sólo podrán atrasarse sino que es más preocupante porque se pueden perder, ya que al pasarse de tiempo no queda otra que abandonar los almácigos”. En otros rubros los daños han sido desparejos. En frutilla, si bien se cultiva mucho dentro de túneles, al ser un producto que está en contacto con la tierra igual tuvo un perjuicio mayúsculo, “hay un 50 por ciento de pérdida de la floración y hay fruta que se estaba empezando a cosechar que se quemó”. “El 100 por ciento del zapallito quedó literalmente liquidado”. En la producción protegida, en invernáculos, también hubo afectación, por ejemplo en tomates y morrón.