Opinion | 24 Jun La próxima concreción de cuatro eventos de importancia nacional y regional, así como el actualmente en desarrollo --Cocinarte-- y otros recientes, como las Jornadas de Buiatría o el pasaje por Paysandú del programa argentino “Soñando por Cantar” hacen que el director de Turismo, Andrés Mannise destaque que el departamento “se afirma en el turismo de eventos”.
Sin embargo, el optimismo no debería descuidar otras cuestiones. Entre los señalados hay algunos eventos que son nuevos y permiten señalar que se ha comenzado a caminar en una senda iniciada el año pasado cuando fue realizado el lanzamiento de la iniciativa “Paysandú ciudad de congresos”.
En agosto Audoca realizará --cumpliendo con lo prometido el año pasado-- su congreso anual en Paysandú. También la Cámara Uruguaya de Turismo, que por decisión propia se reúne periódicamente en distintos departamentos, recalará en nuestra ciudad, y a esto se sumará la reunion de la Asociación Uruguaya de Agentes de Viaje (Audavi). En setiembre, llegará la Fiesta Única, una degustación de vinos nacionales que había sido comprometida al anterior director de Turismo, Marcelo Tortorella.
Paysandú tiene potencial como destino de reuniones y congresos pero será necesario un trabajo profesional y sostenido, que conjugue esfuerzos público y privados para alcanzar esa meta. Y es por ese motivo que hoy, tendríamos que estar anunciando los eventos que se desarrollarán en un mes y medio pero también contar con una agenda de por lo menos algunos más para dentro de seis meses y para dentro de un año ya que estas actividades se organizan con mucha antelación y por lo primero que se empieza generalmente es por establecer una sede.
Cuando se quiere innovar, especialmente en un rubro tan competitivo del turismo, es necesario un compromiso sostenido con el objetivo. Y, por otra parte, sólo con un número considerable de resultados exitosos a la vista se podrán atraer eventos que hoy solo se realizan en Montevideo o Punta del Este.
Trabajar activamente a escala nacional y generar contactos permanentes para atraer asociaciones profesionales --puesto que sus reuniones no se detienen ni aún en épocas de crisis-- deberían ser acciones básicas a desarrollar en forma sostenida si en realidad queremos hacer honor al objetivo de ser una ciudad de congresos.