MUCHO POR HACER TODAVÍA

Policiales | 30 Jun La explotación sexual de niños y adolescentes, así como la trata de personas son temas muy complejos en los que Uruguay ha tenidos algunos avances aunque “falta mucho todavía” y apenas se denuncian unos 40 casos por año. La falta de espacios concretos de atención así como una mayor capacitación en ámbitos educativos y de la salud para la identificación de casos son necesidades inminentes aunque el tema “no está en la agenda política, social o gubernamental”.
Así lo informaron a EL TELEGRAFO Luis Pourtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes y Cristina Prego, técnica de la misma institución.
En este momento hay dos investigaciones en curso en el Uruguay con el objetivo de contabilizar y territorializar los casos de explotación sexual de este tipo, llevados adelante por Gurises Unidos y la Asociación Arco Iris. En tanto, Uruguay también trabaja con Argentina en un proyecto de investigación similar que comprende al litoral del río Uruguay, mientras que en el ámbito del Mercosur se está desarrollando el Proyecto Fronteras, que focaliza en los departamentos uruguayos fronterizos con Brasil y la triple frontera de Argentina, Brasil y Paraguay.
2012: VAN 16 DENUNCIAS
Consultados sobre los avances existentes, el licenciado Purtscher, quien también se desempeña como director del Área de Cooperación Internacional, dijo que “si comparamos la escala del problema con la escala de los avances, es evidente que aún nos falta mucho”.
En cuanto a cifras, dijo que “entre 2007 y 2009 hicimos 20 denuncias, en 2010 20 más, en 2011 un total de 41 y en lo que va de este año 16 más, habiéndose tenido resultados en fallos judiciales que han terminado con 23 procesamientos.
Prego señaló también como avances “la conformación de un espacio interinstitucional para el abordaje en Montevideo, así como la existencia de un comité que trabaje este tema desde una mirada interinstitucional también es importante”.
Agregó que “hay una ley específica sobre esta temática que tiene cuestiones a mejorar y sería interesante contar con una ley integral que aborde todas las dimensiones del problema --prevención, atención, capacitación-- pero es lo que tenemos hoy y años atrás no existía”.
Opinó que también ha sido un avance que los juzgados de Crimen Organizado tengan competencia especializada en el abordaje de este tema y consideró “un retroceso” al proyecto de ley que está en el Parlamento y que cuestiona esa competencia. “Para nosotros ese proyecto es un paso atrás en los avances que se han hecho”, dijo.
“A nivel social y comunicacional es un tema que de a poco está apareciendo en los medios de comunicación, en algunas miradas desde las organizaciones y de distinta forma y con distinto alcance en algunos organismos públicos”.
No obstante, sostuvo que “todavía falta muchísimo para que realmente se constituya en un tema de agenda política. Han habido avances pero no es un tema de agenda política ni de agenda social o gubernamental”.
Otra carencia importante es la de espacios de atención para víctimas y mayor capacitación en la Policía, “tanto en posicionamiento frente al tema como desarrollo de herramientas para la investigación”. Se refirió a “la función de la Policía, no solo en la investigación sino también en cuanto a la protección de las víctimas, que es algo que hoy la Policía no tiene pensado como parte de su función”.
“Asimismo, en los diversos espacios por los cuales transitan niños y jóvenes --como los de salud o educativos-- todavía falta mucha capacitación para poder identificar las situaciones de explotación y salir de la mirada más prejuiciosa”.
Actualmente sólo existe un centro de atención para víctimas en Montevideo, en el marco de un programa piloto y “puede tener intervención a nivel de todo el país pero también tiene limitaciones”. Al preguntarle a los especialistas qué se necesita para instalar un centro de atención de víctimas a nivel local, dijeron: “voluntad institucional y política, que se designen los dineros y la construcción de una metodología que adecúe a las realidades de cada localidad”. “Es un desafío que eso pueda existir, fundamentalmente para contrarrestar una lógica de funcionamiento centralizada en Montevideo y de forma que todos los gurises tengan los mismos derechos y posibilidades de acceder a los servicios de atención en todos los lugares del país”.
CAPACITACIÓN Y REDES
Ante las carencias existentes, se entiende necesario regionalizar y descentralizar los espacios de atención. Para eso también es necesaria la capacitación de los operadores locales para “mirar mejor el problema”.
Con esa meta, el próximo encuentro anual de “Construyendo Puentes”, un seminario que aborda los temas de explotación sexual comercial y trata de personas, se realizará en Paysandú.
Como instancia preparatoria, se realizó el viernes en nuestra ciudad una jornada “dirigida a operadores locales con la finalidad de constatar el conocimiento que hay sobre el tema, compartir herramientas de actuación que hemos logrado desarrollar desde lo interinstitucional o trasmisión de experiencia concreta de atención de casos”. “Consideramos importante fortalecer los operadores sociales en el territorio para que conformen una red de protección local”, añadieron.
“Contar con comunidades comprometidas con el tema es la única forma de comenzar a combatir el fenómeno con fuerza. Esto no puede desarrollarse a partir de acciones puntuales ni dirigidas desde Montevideo, debe ser una construcción en cada territorio intentando multiplicar para que las propias comunidades se protejan. Esto implica comenzar a sensibilizar sobre el tema para saber su existencia, sacar el manto de invisibilidad, desnudar las relaciones de poder y sometimiento que hay detrás de estos fenómenos, así como tratar de limitar la construcción de una masculinidad que paga y se apodera del cuerpo de otros, pelear para que el cuerpo de los gurises deje de ser una mercancía en el mercado del sexo”.
“Esto implica pelear contra el silencio y los miedos. Por eso es que estas instancias de capacitación son buenas oportunidades para fortalecer al operador local, que sienta que no está solo en esta pelea y enseñarle estrategias con expresión local”, dijo Purtscher.