Deportes | 06 Jul Solo resta la firma del intendente Bertil Bentos, que estampará su rúbrica en los próximos días, para que quede sellado el convenio entre la Intendencia y la Fundación Celeste y comience la construcción de una cancha multiuso en Chapicuy, que será instalada al lado de la Junta Local.
Así lo informó el secretario de Deportes, Pablo Curbelo, quien confirmó además que también se firmará la resolución para contar con un profesor de Educación Física con una carga horaria de 30 horas semanales para trabajar en esta cancha, por lo que luego de contar con la firma de Bentos se realizará el llamado público correspondiente.
El convenio, del que participa también Ancap (patrocina a la fundación), permitirá que la localidad de Chapicuy concrete la segunda cancha multiuso en el país inmersa en el proyecto de la Fundación Celeste, creada por los futbolistas de la selección uruguaya de fútbol que participaron en el Mundial 2010.
Una vez firmado el convenio comenzarán a desarrollarse las obras, que tienen un costo de unos 50.000 dólares (incluyendo el aporte de la Intendencia), y cuyo plazo de ejecución alcanzaría el mes y medio, según explicó el gerente de la fundación, Fernando Castellanos.
“Si todo marcha como está previsto, una vez firmado el convenio, quizás en octubre se pueda estar inaugurando la cancha, esperando contar en esa ocasión con la presencia de algún jugador de la selección, o bien más adelante para llevar a cabo alguna actividad”, dijo Castellanos.
En cuanto a la cancha, la de Chapicuy será la segunda construida en Uruguay, y se espera comenzar las obras también en la de Treinta y Tres. La primera fue construida en la localidad coloniense de Barker.
El modelo de estas canchas fue elegido por los propios jugadores de la selección celeste, dado que cuenta con un cerramiento perimetral y la posibilidad de practicar diferentes actividades deportivas, incluyendo también al tenis.
“Es un modelo al que los jugadores vieron en España, Tiene un cerramiento particular, con la función de generar un adentro y un afuera, un límite, e invita a los gurises a entrar.
Además, les da contención física, más allá de que en Chapicuy la cancha no está ubicada cerca de la ruta, como sí sucede en Barker. Se puede jugar con rebote, generando un juego más dinámico que estimula el desarrollo de las habilitades. Tiene tres pares de arcos, por lo que este pequeño polideportivo permite que juegue desde un niño solo, hasta 20 chicos al mismo tiempo.
Algunos pueden jugar un picadito en un sector y otros chicos pueden jugar al básquetbol en otro, por ejemplo”, informó Castellanos.
El gerente de la Fundación Celeste dejó en claro que “este modelo de cancha tiene una razón de ser. Está pensada. Los jugadores vieron que funcionaba muy bien en Europa y quisieron probar cómo funcionaría en Uruguay”.