Paysandú, Domingo 08 de Julio de 2012
Locales | 08 Jul La Cooperativa de Trabajadores de Paylana (Cotrapay) será el primer modelo de empresa cooperativa recuperada por los trabajadores, en un cambio absoluto de la forma de relacionamiento entre lo que era el trato trabajadores-empresario con la nueva forma de gestión donde cada uno será parte del “empresariado” pero a la vez cumplirá funciones de trabajador.
Sobre la realidad de la cooperativa, el presidente de Cotrapay, Mauro Valiente, señaló a EL TELEGRAFO el desarrollo del grupo humano hasta dónde han llegado: “La situación en la que estaba la empresa, y sobre todo cuando vimos que estaba agonizando, nos reunimos con compañeros que tenían otras experiencias en autogestionamiento en empresas como Envidrio o Molino Santa Rosa. Otra de las razones fue lo previsto por la ley concursal sobre la posibilidad que una cooperativa de trabajadores se haga cargo de la empresa, tema que conversamos con nuestro asesor legal Enrique Malel y ahí surgió la posibilidad de crear la cooperativa”.
Proceso que continúa
En cuanto a cómo tomaron la idea los trabajadores de Paylana, Valiente dijo: “Es un proceso en el que todavía estamos, y hay que ver que no fueron todos los trabajadores de Paylana (400 en 2010) que optaron por la cooperativa, y hoy somos unos 300 cooperativistas o por integrarse, 200 socios y otros 100 aspirantes”.
Otra situación también fue la de los directivos, que “también a nosotros nos costó entrar en el mundo de la cooperativa, que es un sistema totalmente diferente al que estábamos acostumbrados, cambia mucho de lo que es el sindicato”.
“No solo la parte dirigencial sino para los asociados en el cambio de mentalidad, de la organización, los estatutos”.
De todas maneras, aunque “entramos en un mundo nuevo como cooperativa de Paylana, hay muchos trabajadores que ya están en cooperativas de vivienda y había antecedentes de formar éstas, y hay una de los mismos trabajadores de Paylana, Covitex. O sea que muchos trabajadores de Paylana tienen una segunda cooperativa por lo que costará un poco pero lo estamos llevando”, indicó.
Otros ejemplos
Cuando los trabajadores comenzaron a considerar formar una cooperativa, se vincularon más profundamente a otras organizaciones similares. Valiente mencionó a “Cotrali, que es cooperativa de transporte pero que también trabajaba para Paylana y tenemos excelente relacionamiento. También Copay, que es de transporte pero para nosotros también hemos tenido contacto y podemos operar en conjunto. Y por las cooperativas de vivienda donde hay compañeros de Paylana nos relacionamos con Fucvam, que nos dio una enorme ayuda, y el Centro Cooperativista Uruguayo (CCU) que nos apoyó con capacitación y talleres para los compañeros. Paysandú se caracteriza por el cooperativismo y ahora se fomenta más porque se hacen bien las cosas”.
En cuanto a la diferencia entre ser un empleado y saber que a fin de mes --más o menos, según el último año de Paylana-- tendrían el sueldo hasta llegar a esta situación donde como cooperativistas no necesariamente van a tener la certeza del ingreso que recibirán, dijo que “es un mundo diferente, no es solo el nombre cooperativa sino lo que significa, es un cambio de conciencia. Tenemos claro que va a costar mucho, hemos tenido debates y talleres entre los compañeros que una vez que empiece a rodar sabemos que la cooperativa es un conjunto de compañeros que, según como nos vaya, es para todos, es una cadena de dependencia”.
Estricto cumplimiento
De hecho, ya han habido diferencias por las responsabilidades que toma un cooperativista y debe cumplir, al extremo que algunos de los fundadores ya no figuran en el padrón. “Aproximadamente 15 compañeros se fueron porque no se adaptaron pese a que aún no estamos trabajando en la producción de la fábrica, estamos en el mantenimiento y vigilancia. Hay gente que debió irse por faltas a las asambleas o por el aporte de capitalizar la cooperativa y hubo compañeros que no pudieron cumplir. El estatuto establece cosas que hay que hacer, hay que regirse por eso. Y también hubo otros que no se adaptaron o hubo desinterés, pero fueron los menos”, admitió.
Sobre qué fue lo que costó más a la masa social sobre el cooperativismo, dijo que “muchos ya estaban fogueados por integrar otras cooperativas, como de vivienda. Uno de los temas fue que la situación que se dio en los últimos dos años de Paylana nos ayudó a fortalecer mucho el grupo, pese a todo se sintió una mayor solidez en el grupo. Pero seguramente lo que más va a costar es cuando se empiece a trabajar, pero eso ya lo estamos previendo. Ese cambio de ser obrero a ser patrón, ese click, esperemos que no influya negativamente. Pero por suerte apelamos a los talleres, cursos y las asambleas que es la única forma de preparar el grupo”.
Valiente recordó a los principales asesores que tuvieron los trabajadores en cuanto a la cooperativa: “Enrique Malel dio una mano fundamental, se hicieron varios talleres donde la gente entró al mundo de la cooperativa con el apoyo de la CCU en Paysandú”.
“También el Instituto Nacional Cooperativo (Inacoop) que nos apoyó para realizar el proyecto, la federación de cooperativas. Y hace una semana una compañera participó en un encuentro en Buenos Aires, lo que influye mucho y lo aprovechamos al máximo”.
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