Locales | 09 Jul La iniciativa del presidente José Mujica de legalizar la venta de marihuana, como medida para combatir el consumo y tráfico de pasta base, requiere de una discusión y aprobación parlamentaria. No obstante, algunos adictos han reclamado ese espacio de debate y participación.
Al ser consultada por EL TELEGRAFO una consumidora de marihuana, madre y empresaria, aseguró que está a favor de habilitar la venta y “que los actores de este tema puedan ser llamados a debatir. El consumidor lo seguirá haciendo, esté o no esté legalizada y lo conseguirá en el mercado negro donde existe el narco, porque a nivel de la farmacia lo único que se consiguen son ansiolíticos que receta un psiquiatra”.
Reconoció que en estos tiempos “se comienza a consumir más joven y en ese mercado te muestran otras opciones, es decir, todo va de la mano. Si te movés en el medio, conocés a mucha gente”. Su historia personal comenzó a los 18 años porque su pareja consumía y después se transformó un hábito. “Aunque reconozco que la adicción no está bien tampoco en la comida, en el tabaco, ni en nada. La marihuana es un tabú que no lo tiene el alcohol, cuando sabemos que tiene más adictos”, dijo.
La opinión de los consumidores será relevante en la discusión parlamentaria en la medida que “somos lo que vamos a comprarla y además seríamos pioneros, pero hay muchos intereses creados.
Este es un tema que el narco lo maneja desde afuera porque hablamos de un mercado que deja mucha plata, por lo tanto, no quiere que se instale el gobierno con el mismo negocio. Sería una competencia que hoy no existe, donde no hay quien regule precios ni calidad”, afirmó. En este último aspecto reconoce que si en el mercado se establecen controles de calidad garantizada, se evitarán las mezclas con manzanilla, yerba o mburucuyá.
“Esta propuesta del gobierno es una protección, no así el límite de consumo en 40 cigarrillos porque no es quién para decirlo.
En mi caso no me alcanzarían porque consumo dos por día, que son 60 al mes.
De igual forma, debería imponer la misma autoridad para el consumo de alcohol, cigarrillos o los sicofármacos que están legalizados y que opino son peores porque te envuelven en una burbuja”, aseguró. Paralelamente a la propuesta de legalización de la venta, surgió la polémica sobre la influencia que tendría la marihuana al actuar como “puerta de entrada a otras drogas”. Esta consumidora de cannabis niega tal posibilidad, al asegurar: “Yo consumo solamente marihuana y no es como se dice que una te lleva a la otra porque no se compara con la pasta base y si me ofrecen otra cosa digo que no, probablemente eso no ocurra con un menor. Soy madre, tengo una empresa, estoy muy vinculada y por mi aspecto nadie dice que soy consumidora porque existe un estigma que deberá quitarse”.
La iniciativa menciona la posibilidad de internación compulsiva de los casos problemáticos de pasta base, con lo cual se manifestó de acuerdo para salvar la sociedad de la violencia y al adicto problemático de un deterioro de su salud. La entrevistada opinó que la cifra de adictos en el país “es el doble de lo que cree el gobierno y deben calcularse en torno a los 250.000 consumidores”.
Acerca de los resultados en su organismo, relató: “Me ayuda, tengo problemas para comer y si no tomo algo me cuesta que abra el apetito, por eso es también un fin terapéutico como en Estados Unidos que se diagnostica para algunos casos de cáncer”.
Como madre de adolescentes, “quisiera que no fumen nada, pero si me dan a elegir prefiero que se fume un porro a que se tome una cerveza porque traerá consecuencias en el tránsito”, sostuvo. Asimismo, se manifestó favorable al autocultivo y en apoyo a la propuesta de ocho plantas por consumidor, aunque es un aspecto no incluido en la polémica.