Opinion | 10 Jul La inserción laboral de los jóvenes sigue siendo un problema. Según un reciente informe del Instituto Cuesta Duarte (del Pit-Cnt) sobre el primer cuatrimestre del año, de los 98.000 desocupados existentes en ese período 46.000 son menores de 25 años.
En este marco, el programa “Yo estudio y trabajo”, que a partir de este mes otorga empleo remunerado a 700 jóvenes que realizarán pasantías de un año en las empresas Antel, Ancap, OSE, UTE, el Banco República, BPS y Banco de Seguros del Estado, tanto en Montevideo como el Interior, resulta una experiencia interesante para brindar a los jóvenes la posibilidad de una inserción laboral con el requisito de que no dejen de estudiar.
En este sentido, los jóvenes beneficiarios deberán continuar estudiando y presentar certificados de aprobación para poder llevar a cabo toda la pasantía. Los puestos de trabajo serán tanto administrativos como técnicos, de acuerdo al perfil de los seleccionados.
El objetivo de este programa es ofrecer una primera experiencia laboral formal a jóvenes estudiantes de 16 a 20 años que no cuenten con experiencia previa de trabajo, generando habilidades básicas para desempeñarse en el mercado laboral, exigiendo y asegurando la continuidad en el estudio.
Se espera también brindar un sostén económico para que los jóvenes continúen estudiando, e incentivar a aquellos que no estudian ni trabajan a que retomen el estudio, por ser ésta una exigencia para participar del programa. Las pasantías no son renovables para los beneficiarios, quienes luego de un año de experiencia deberán dejar su lugar a un nuevo pasante.
En Paysandú, 25 jóvenes accedieron, por sorteo, a dichas pasantías, las que serán desarrolladas en el Banco de Previsión Social, el Instituto Nacional de Colonización, Ancap, OSE y UTE. No obstante, el interés que despertó el programa fue muy importante ya que en nuestro departamento se inscribieron aproximadamente 1.800 aspirantes.
En todo el país, hubo más de 40.000 aspiraciones, lo que da cuenta de la necesidad de este tipo de programas que --salvo en contadas excepciones en algunos organismos y empresas-- habitualmente no se ponen en práctica. Habrá que seguir de cerca la experiencia y evaluar sus resultados pero, sin lugar a duda, la exigencia de continuidad en los estudios es una decisión muy acertada.