Opinion | 08 Jul La difusión de datos de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre resultados de la incorporación, en su última edición, de una serie de preguntas adicionales referidas a datos sobre el sistema educativo, motivó que el Ministerio de Educación y Cultura manifestara su disconformidad respecto a cómo se habían manejado y adelantado parte de la información que será difundida en el Anuario Estadístico del MEC.
En este sentido, el ministro Ricardo Erlich presentó el viernes un Resumen Ejecutivo y afirmó que “si bien hay un camino largo por recorrer” hay un incremento de la finalización en todos los ciclos: un punto porcentual en Primaria, siete puntos en primer ciclo de Enseñanza Media y seis puntos en segundo ciclo del mismo nivel educativo.
Del documento se desprende que el analfabetismo ha decrecido de manera “constante y consistente” en el tiempo y hay un 1,7% de personas que declaran no saber leer ni escribir, situación que alcanza un 3,4% en áreas rurales.
Entre los 5 y los 12 años de edad el sistema educativo uruguayo atiende a la casi totalidad de los niños y jóvenes. Las diferencias de cobertura comienzan a percibirse a los 13 años y es a partir de los 15 que se tornan manifiestas. La brecha se incrementa lentamente hasta los 17 años y a los 18 se produce un incremento repentino (brecha del 42,5% a los 17 años y del 52,5% a los 18). A los 21 años la brecha entre el quintil de los hogares más pobres y el quintil de mayores ingresos es del 60,7% (72,3% y 11,7%, respectivamente).
Según los datos informados por el ministro, en 2011, el 96,7% de las personas de 14 y 15 años de edad habían concluido sus estudios primarios, el 65% de los jóvenes de 17 y 18 años de Educación Media Básica y el 37,5% de los de 21 a 22 años de Educación Media Superior. Estos guarismos indican una mejora con respecto al año anterior en los que se habían registrado un 95,6%; 58,2% y 31,2%.
En definitiva, son pequeños avances que indican que los grandes esfuerzos que hace el gobierno brindando distintos planes para terminar de estudiar, en especial en la Enseñanza Media, estarían comenzando a mostrar sus frutos. Habrá pues que sostener y aumentar el esfuerzo porque tampoco se puede desconocer que apenas 4 de cada 10 jóvenes de hasta 22 años han terminado el bachillerato, que --cada vez más-- es el nivel de instrucción mínimo requerido en el mundo laboral. Aunque empezando a mejorar, estamos aún lejos de la meta.