Locales | 16 Jul Mientras se aguarda la reglamentación de la ley sobre tenencia responsable de animales, la Junta Departamental aprobó en abril pasado una ordenanza municipal que retornó al deliberativo con observaciones del intendente Bertil Bentos.
Los grupos voluntarios que trabajan con animales mantienen sus dudas sobre la efectividad de la iniciativa, si no se ejercen contralores multidisciplinarios.
La presidenta de la asociación Amigos de los Animales, Gabriela Borja, reconoció que aunque no cuentan con elementos jurídicos sobre la ordenanza municipal, existe preocupación ante la demora en la reglamentación de la ley, “que sería mucho más efectiva de aplicar en todo el país. Pero si esta ordenanza se pone en práctica, nos interesaría particularmente saber cómo se multará y coordinará el trabajo para no retirar a los animales a destajo, a la vez de concientizar sobre tenencia responsable”.
La organización estima que hace falta marcar los límites y que “sería bueno informar a la población sobre las tareas que se realizan en el marco de la ordenanza, donde el último recurso sea retirar un animal de la calle, tanto perros como caballos”.
En cuanto a este aspecto, el grupo voluntario asegura que la Intendencia deberá resolver la conveniencia de un registro de carros hurgadores, sobre los cuales se ven “niños recogiendo basura. En ese sentido, también habrá que fiscalizar y si el animal no está registrado, se debe parar el vehículo y junto con INAU trabajar el tema de los menores que conducen”.
Consignó que la coordinación multidisciplinaria sería beneficiosa en el contralor antes de llegar al retiro, retención de animales o aplicación de una multa.
“La meta es trabajar en prevención y un problema que se previene es un problema menos para el futuro, donde no hay que pensar en refugios o en hogares donde enviar a los animales. Si se retiran los caballos, hay que tener una infraestructura importante para quitarlo de la calle hasta que se lo devuelvan a su responsable”, dijo.
La ordenanza define como peligrosas algunas razas de perros y características corporales. Sin embargo, la asociación considera que un animal en situaciones de estrés y maltrato “siempre se vuelve peligroso. En los países del primer mundo, se evalúa si una persona está capacitada para tener un perro considerado peligroso, en cambio en Uruguay compramos la raza que deseamos. Un rottweiller o un doberman no es nada peligroso si está bien socializado o sea que el dueño tiene que saber cómo tratar a ese animal desde pequeño, pero mucha gente los compra para guardia y los estropea”.
La asociación estima que una ordenanza es positiva si ayuda a controlar el maltrato, abandono y superpoblación. “Lo óptimo es que la ley estuviera en práctica, no aplicar multas a destajo y trabajar en pos de mejorar la situación de los animales en la ciudad, educando y previniendo, eso es lo básico para nosotros. Castrar, educar y prevenir, no nos queda otra”, añadió Borja.
Protectora de animales
La presidenta de la Protectora de Animales, Laura Milán, indicó que la ordenanza resultó aprobada en la Junta Departamental sin los votos, entre otros ediles, del presidente del deliberativo Carlos Uslenghi, quien discrepó en tres puntos sobre los cuales el grupo también discrepa:
“Un punto es el acuerdo político de los tres partidos con representación, de no aprobar ninguna ordenanza hasta que no se reglamente la ley, lo cual no fue respetado. El segundo aspecto es que no contravenga lo que diga la ley y el tercer punto es que la iniciativa de Bienestar Animal establece multas específicas que la Junta no puede determinar porque no tiene poder de tributación”.
Milán sostuvo que fue votada en forma apresurada y que “se debía esperar para hacer una ordenanza coherente en acuerdo con los tres partidos. Además, no prevé la creación de caniles municipales y le da a la Intendencia la potestad de resolver el problema de los perros en la calle, que no solucionará si no es levantándolos. Por eso la pregunta es hacia dónde los lleva y si terminan en un predio municipal tampoco sabemos si cuenta con la capacidad necesaria”.
Finalmente, indicó que “la única protectora de animales de Paysandú, con personería jurídica 6.657, apoya totalmente la gestión del edil Carlos Uslenghi porque sabemos que quiere trabajar en forma coherente y sin que la iniciativa departamental contravenga la ley”. La Ordenanza sobre Tenencia Responsable de Animales volvió a la Junta Departamental con observaciones del intendente Bentos.
COMISIÓN DE ZOONOSIS
Por su parte, la doctora Elizabeth Chappuis, veterinaria de la Comisión Departamental de Zoonosis, reconoce que falta reglamentar la ley y desconoce aspectos de ésta, así como la ordenanza municipal. Indicó que la tarea del grupo se desarrolla normalmente con “dosificación, ecografías y castraciones en el interior del departamento y la ciudad. Las zonas se eligen al azar, de acuerdo a la demanda y planteos de la gente que se acerca a la oficina”.
En torno a la necesidad de reglamentar una normativa nacional o departamental, se excusó de brindar una opinión sobre el tema.