Paysandú, Martes 24 de Julio de 2012
Opinion | 20 Jul Muchos países ven desplomarse sus sistemas financieros, mientras avanza la crisis y las miradas y los dedos siguen señalando a tal o cual partido político o directamente a la clase política, como responsables. Algunos países ocupan los titulares de todos los días, como España, otros casi no aparecen ni se sabe de sus problemas. Pero están y son graves.
Queda claro que no todo es dinero, sino que por el contrario lo esencial de la vida nada tiene que ver con el éxito económico. No obstante, aquí vamos, tratando de ganar más, de tener más, de poder gastar más.
Es en esta locura de consumo –porque la ilusión de riqueza es también una forma de consumo- cuando se hacen más fuertes, más importantes las grandes figuras que han dejado prácticamente todo, que han estado dispuestos a dar mucho más de lo que poseen en beneficio de los demás.
Un buen ejemplo es el sudafricano Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz y ex presidente de su país. En estos días celebró su 94 cumpleaños y una vez más fue reconocido por la comunidad internacional por su entrega a la lucha por la paz desde la paz, por su constante defensa de la democracia y la reconciliación nacional en un país donde el color de la piel era cuestión de vida o muerte. Mandela demostró en un medio hostil todo lo que el amor puede lograr, todo lo que el respeto por sus semejantes, por encima de diferencias y aun a riesgo de la propia libertad, puede obtener, sin violencia, sin gritos, sin grandilocuencias.
En estos tiempos de individualismo, el ejemplo de Mandela no tiene por qué aplicarse solamente para grandes logros, como la pacificación de un país entero.
Cada uno de nosotros, aquí mismo en nuestro Paysandú, puede hacer mucho en beneficio de todos. Porque el legado de Mandela no es otra cosa que el servicio a la comunidad. Él se levantó en defensa de la igualdad, la tolerancia y la paz. Pero en cada rincón del mundo hay mucho por hacer si solamente dedicáramos una hora a favor de la comunidad. Paysandú, como todas las comunidades, necesita de sus hombres y mujeres para que a través del aporte desinteresado, del trabajo voluntario, se puedan alcanzar más y mejores logros. Se trata de saber y comprender que todos somos capaces de aportar a mejorar nuestra comunidad a través del trabajo voluntario. Una hora, dos manos, una mente motivada. Entre todos podemos.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Jul / 2012
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com