Rubens Walter Francolino

Locales | 24 Jul El ex diputado y actual dirigente del Partido Nacional Rubens Francolino fustigó intentos de la izquierda de encasillar en la derecha todos los males del país, y evaluó que el gobierno “progresista” del Frente Amplio intentar cargar las tintas por sus errores a los gobiernos anteriores, cuando realiza prácticas que van en contra de los intereses de las grandes mayorías del país.
Dijo a EL TELEGRAFO que “cualquier ciudadano, desde el más despistado o simplemente despreocupado por animosidad a la política podría preguntar para sus adentros (por supuesto sin encontrar respuesta) si esta situación de inseguridad pública que estamos sufriendo es obra o culpa de gente de la derecha. Seguramente llegará a la conclusión de que no puede ser así porque quienes nos gobiernan se jactan de pertenecer a la izquierda”.
“Y volvería a preguntarse si la posición que hoy desnuda nuestra cancillería con países de la región que nos imponen trabas económicas, privaciones geográficas y ocurrentes muestras de soberbia, ¿es hoy postura de derecha o de izquierda y a qué dirigente, gobernante o colectividad política le corresponde asumir responsabilidades? ¿Acaso lo que está ocurriendo en Pluna, en Ancap o en AFE es consecuencia de la diestra o de la siniestra?”, dijo.
Preguntó Francolino si “los desbordes constatados en la administración de los dineros del pueblo tienen el sello de la izquierda o culpas de la derecha” y preguntó “¿qué calificativos le ponemos a las coimas, asesinatos de enfermería, silencios en las autoridades de la salud, abusos de poder, falta de garantías y carencias de todo orden en las prestaciones médicas del Estado? ¿Cuál es la procedencia ideológica de los que reciben favores del gobierno hasta el extremo de saldar sus deudas y quedarle resto para adquirir nuevas tierras?. ¿Y cuál es la de los que proporcionan esas prebendas?”
Sostuvo que “el despilfarro de las ganancias exageradas que proporcionan las empresas públicas y que en lugar de volcarse en abaratar tarifas se usan para contemplar los pedidos interesados de adeptos al régimen de turno (auspicios de sus espectáculos, propaganda, premios, etcétera), ¿es objetivo o maña de la izquierda o de la derecha?”
Asimismo, “sumir a una de las clases más débiles del país, como es la de jubilados y pensionistas en las más humillantes privaciones, aumentándolas una vez al año todo lo que sufrieron en el anterior, para que empiecen mes a mes la nueva cuenta de lo que les impone la inflación, el aumento constante de sus costos de alimentación y de los servicios del propio Estado. ¿Esto caracteriza a un gobierno progresista?”
Paralelamente “falsear los hechos de la historia más reciente (cuando todavía quedamos vivos muchos de los que fuimos actores o simplemente testigos de lo que pasó) y tener que tolerar, por la fuerza prepotente del que manda, las mentiras y los engaños de los que tienen el poder de la difusión, por ser dueños de los medios o tolerar que hagan lo suyo interesadamente, los que usan sus ondas radiales o sus espacios televisivos, con forma de empleados o de inquilinos de espacios. O lo que es intolerable, que en centros de estudios se deja en mano de profesores o maestros contarle a los alumnos lo que a su ideología le conviene, a sabiendas de que los están engañando, ¿eso lo hace gente de izquierda o de derecha?”
“Llegar a los extremos que estamos padeciendo en materia de educación, donde ya no se enseñan las más elementales reglas de urbanidad, donde pueda prescindirse de la filosofía como objetivo de la enseñanza, reducir las horas de inglés y tener que intervenir un millar de edificaciones por su estado deplorable de conservación, ¿eso lo hacen profesores de qué orientación?”, preguntó el dirigente nacionalista. “Un país que tiene muertos de primera y de segunda y que ampara a familiares de una sola tendencia, ¿de qué inclinación estamos hablando? Promover plebiscitos y si el pronunciamiento popular le es adverso insistir con otra convocatoria y si sigue siendo contrario a sus intenciones, desconocerlos, burlándose de los ciudadanos, ¿eso lo hacen los gobiernos de izquierda o de derecha?”
Francolino dijo lamentar que a esta altura “se esté llegando, como en nuestro caso, a una edad de rigurosa madurez para escuchar los disparates de quienes nos quieren ‘aggiornar’ aquellas definiciones de admirables profesores de historia, de hace 60 años, simplificándolas de tal forma que los reducen a buenos y malos pero autocalificándose como dueños de la bondad e incapaces de meter la mano en la lata”.