Opinion | 28 Jul Debido al conflicto de intereses y la radicalización de las posiciones entre las partes, que incluso ha llevado a que el tema se dilucide en la esfera judicial, sigue paralizada la producción de la empresa Forbel, destinada a la exportación. También siguen ocupados desde hace semanas por obreros –los sindicalizados— dos establecimientos del grupo empresarial, y por ende sin que pueda salir una sola naranja de los predios.
Por supuesto, se ha dado una sucesión de episodios para que se haya llegado a este extremo, incluso sin que la intervención del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, de autoridades departamentales y legisladores –incluso integrantes de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Representantes— haya podido promover un entendimiento entre las partes.
El punto es que no hay nadie que resulte beneficiado por esta situación, mientras tanto los obreros reclamantes nucleados en Osdor como los que no están sindicalizados están perdiendo jornales y todos se ven impedidos de ingresar para trabajar mientras dure la ocupación, así como la empresa sufre severas pérdidas por no sacar la producción en tiempo y forma, a lo que se agregan los problemas originados por las heladas incipientes.
A ello se suma un fallo judicial por lo menos discutible, en favor de quienes ocupan, por considerar que la ocupación debe tomarse como una “extensión” del derecho de huelga, pese a retenerse una propiedad privada y sin tener en cuenta el derecho de los trabajadores que discrepan con la medida y que quieren ingresar a trabajar.
Hay muchas puntas en este conflicto, que con las posturas actuales cada vez más extremas hacen temer un desenlace traumático para ambas partes, que inevitablemente afectará a Paysandú.
Para peor se trata de un producto que sigue un ciclo biológico, y mientras pasan los días y va quedando atrás el tiempo de la recolección, se pone en riesgo no solo la presente cosecha, sino el estado sanitario de los árboles para el del año próximo, a lo que se agregan los trabajos que deben efectuarse en la plantación de arándanos de la misma empresa.
Es por lo tanto imprescindible insistir desde afuera del círculo vicioso, con cabeza fría, y tal vez dejar en stand by los aspectos más ríspidos de las diferencias, para retornar al trabajo e intentar que una pérdida total de las cosechas, mientras se buscan los entendimientos.