OPINIONES

Locales | 12 Ago Por una vez, ¡firmeza!
La intimación realizada por parte de la Intendencia Departamental y de la Justicia a los diez vendedores “ambulantes” de 18 de Julio es una medida correcta y tomada a tiempo como de las que ya hemos olvidado tomar en esta sociedad que pareciera admitir que todo vale. Es responsable y forma parte del replanteo que exige la obra que está en marcha del centro de Paysandú.
Más allá de que son personas que trabajan y no le piden nada al Estado para subsistir --como se ha dicho y es actitud muy loable--, cabe que preguntarse cómo reaccionarían los comerciantes y vecinos si esos diez vendedores aparecieran de la nada, todos juntos en otra zona como podría ser Avenida España, zona muy querida por los sanduceros y que hoy no tiene ese problema.
Seguramente provocarían una reacción negativa desde todo punto de vista y serían cuestionados por la misma sociedad como algo inaceptable. 
Sucede que estos vendedores que rechazan su expulsión, han ido ganando terreno y consideran que 18 de Julio es su lugar de trabajo y éste, un derecho adquirido que nadie puede quitar ni cuestionar. Quizás existan otras cuantas personas como ellos con las mismas ganas de trabajar en esos lugares, que tampoco pretenden robar ni pedirle al Estado pero por ser conscientes de que es una opción que no está dentro de un marco justo, no arremeten, limitándose sólo a optar por las alternativas que están contempladas legalmente ya sea como empleados o como empresas unipersonales, etcétera.  Visto esto y viendo que la Junta Departamental recibirá aparentemente un proyecto de solución en los próximos días, como solución mínimamente aceptable, coherente y equitativa para el comerciante sanducero legalmente establecido, los habitantes y turistas, no cabe otra que darles a lo sumo una ubicación en el bagashopping frente a la terminal, que ya es de por sí un espacio irregular.
De manejarse la posibilidad de volver a insistir en ubicarlos en 18 de Julio, cuando menos debería haber un llamado a licitación que contemple exigencias acorde y en sintonía con el proyecto general --si es que el proyecto lo admite y le interesa--, en la cual ellos no deberían tener privilegio alguno por antigüedad –el haberse animado a hacer algo ilegal antes que otros no debería ser un mérito--, y pensado además dentro de un marco legal e impositivo para que no generen más bronca de la que hoy provocan.  Es hora de levantar la mira si realmente queremos un Paysandú turístico, que cuente con un centro más atractivo que el que hoy tenemos y más ahora, en este tema puntualmente sensible que pasa por un punto de inflexión y forma parte del cambio, que con el mejor espíritu y ordenadamente se quiere hacer. Señor Juez, Intendente y ediles, es ahora o nunca. A contramano

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Hemos leído detenidamente en EL TELEGRAFO de hoy la denuncia realizada por ese medio, referente al destrato diario que reciben de “malvivientes”, malos vecinos o dicho de otra forma, de personas a quienes no les interesa para nada los derechos de sus semejantes, como el derecho a la tranquilidad, al descanso, a no ser molestados ni importunados, menos aún en horas que se reconocen como dedicadas al sueño y a la recuperación física y mental de la gente.
Nos referimos a la odisea que están sufriendo los vecinos de calle Entre Ríos entre Washington y Avda. Salto.
Deseamos expresarles que nos solidarizamos con ellos y les entendemos perfectamente pues tiene un gran parecido con los sufrimientos de nuestro vecindario desde hace ya tres años, en la zona de Washington y 33 Orientales gracias al bar ubicado en dicho punto. En estos momentos, merced a los fríos que padecemos y al tener nuestras casas cerradas (puertas, ventanas) el perjuicio si bien existe es algo menor. Pero sabemos que una vez llegada la primavera con sus primeros calorcitos ya no podremos vivir en paz.
Vecinos, esto no es privativo lamentablemente de ustedes y de nosotros. Recuerden lo que vienen soportando los vecinos de Plaza Artigas y de otros vecindarios. Y sin que nadie se atreva a ponerle el cascabel al gato. Nosotros recorrimos todas las oficinas desde IDP, Policía, Justicia, etcétera, y nada conseguimos. Y nos preguntamos una y otra vez cómo lo harán ustedes, a quién compete solucionar esto que también es un acto de agresión e inseguridad permanente.
En espectáculos públicos de la IDP trabajó haciendo la suplencia de la encargada un Sr. de apellido Puglia, que estaba dispuesto a terminar con toda esta discrecionalidad insoportable.
Pero no bien se puso en acción, lo decapitaron... Lo recordamos con mucha gratitud pues siempre estuvo bien dispuesto a nuestros reclamos y nos ayudó muchísimo. Pero por encima de él seguramente hubo gente que no quiso que se avanzara y así le fue... Y a nosotros... No existe voluntad política para solucionar esto. Lo tenemos bien claro. Ni la intendencia se los va a resolver. Y menos aún la policía ni la justicia que termina llenando papeles y haciendo que los vecinos se molesten y pierdan tiempo en firmarlos para después archivarlos sin solución. Lo decimos porque nos pasó. ¿Y la junta departamental? ¿No existe para estos casos? ¿En qué pierden el tiempo entonces los representantes nuestros, de todos los partidos, los que nosotros votamos y los que ustedes votan? ¡No existen!  Pero no olviden que las elecciones se reiteran y allí mandamos nosotros y deberemos ser muy pero muy exigentes cuando vengan a prometernos “realidades” que después no se concretan.
Por eso vecinos aludidos y otros que también sientan estas inquietudes: a no bajar los brazos. De una u otra manera, debemos expresar nuestro repudio hacia quienes hemos recurrido (antes y ahora porque esto no es nuevo) sin obtener ningún resultado. Aturdido 

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“Me gusta”
Esta es una respuesta a la nota de opinión publicada en EL TELEGRAFO el pasado 6 de agosto. Se trata de una opinión tardía --tomando como referencia el tiempo en los medios-- ya que es un tema en discusión por muchos blogger y exposiciones en diferentes medios ya desde hace un buen tiempo.
En tan pocas líneas se plantean más de una incógnita o tema a tratar siendo el principal el cuestionamiento del plug in “Me gusta” de la red social Facebook, en realidad su función o la confiabilidad que los directores de Marketing le pueden otorgar a tal función. Es válida la aclaración o reconocimiento de quien haya escrito la opinión en cuanto a la sana idea de retención de marca que propone el anunciante ante los facebookers.
Pero para plantear hay que entender y saber que todo por algo se hace y que nada es porque sí. Desde una simple boutique local como la gigante Unilever cuentan con fans Page en Facebook, en el caso de la multinacional lo hace para sus líneas de productos.
Entre las acciones de marketing y publicidad la creación de estas páginas para promover acciones ya sea de orientación de deseo (“No compra”) y/o recordación son más que efectivas y para dejar en claro algo muy errático: no se trata de vender, ya que la publicidad no vende. Son necesarias otras acciones y herramientas para que la compra se cumpla. Pero hablemos de lo que se ignora en la opinión.
Entre las miles de acciones que se pueden hacer para promover la compra o hacer fuerza para subir escalones en el shortlist un “Me gusta” puede hacer un hipervínculo en la misma página para llevarte a, por ejemplo una promoción más que interesante, de la información a la aplicación y de la aplicación a la compra directa a través de Internet por medio de la compra on line, ya sea con tarjeta de crédito, débito o cualquier sistema de pagos. Y la compra empezó con un “Me gusta” sin haber salido de tu casa y sin siquiera haberme acercado al punto de venta.
Claro que una fans page es una generadora de oportunidades o de fidelidad de marca. Un click de un usuario en el botón “Me gusta” es mostrado a la mayoría de sus contactos y éstos pueden ir multiplicando la cantidad de clicks haciendo que el reservorio de memoria inconsciente haga su click al día siguiente, concretando la compra en el punto de venta o que sea estimulado por una gráfica en vía pública. Nada depende de una sola acción por lo tanto los objetivos sí son cumplidos en parte por ayuda de ese botón.
Cuando se quiere hacer una pauta de medios, o sea planificar en qué medio y vehículo voy a mostrar mi mensaje, debemos saber entre otras cosas el perfil tanto del medio y vehículo como el de su audiencia. Saber dónde se mueve, su comportamiento, dónde accede al medio. Los “Me gusta” pueden dar datos cuantificables en porcentaje de una aceptación de campaña y o asistencia a un evento.
Claro que si tenemos un millón de “Asistiré” sería casi imposible de que todos asistan, quizás muchos digan que sí sólo porque les gusta la marca o el producto. Pero insisto: ese “Asistiré” se muestra en otros contactos que pueden tener los mismos gustos que yo y mejor aún, quizás ellos sí puedan asistir. De un 100% se logra captar un 70% de un público objetivo y eso se percibe como efectividad en asistencia o efectividad del mensaje.
A no olvidarse de la fuerte segmentación que tiene Internet y su bajo costo en relación a los demás medios.
La otra cuestión: una vez un genio del marketing dijo que hay que saber estar en el lugar ideal, en el momento justo y con el precio justo.
En facebook es verdad que estamos en un momento de esparcimiento o recreación si se quiere y qué mejor momento para entrar con una linda imagen de mi empresa o mostrarte un producto que puede interesarte. La mente actúa por impulsos según la teoría psicoanalista y cuando menos preocupaciones o cosas para atender tiene la mente es el mejor momento para tocar la puerta.
El mudo de lo ideal es verídico y qué paradoja, pero en ese mundo están las oportunidades latentes. Un “Me gusta” en una foto “linda” no es el mismo “Me gusta” a la página de “Dove”, por ejemplo.
Para favorecer más mi postura, analicemos los anuncios de hoy, tanto en gráfica, radio o TV: en su composición el URL quedó a un lado como “call to action” dándole la bienvenida a las páginas en Facebook, Twitter, Google+, YouTube o Vimeo.
Los virales son otra manera de crear recordación e incentivar la fidelidad.
A veces una campaña puede limitarse a un video en la playa y luego hacerlo viral en YouTube, para que los mismos usuarios lo compartan o le den un “Me gusta” haciendo más que efectiva la acción ya sea porque le gustó la campaña, el producto, la marca o porque justo ese día él mismo fue partícipe de esa acción.
Para finalizar hago un call to action a la información de los avances en Marketing y Publicidad actualizándonos antes lanzarnos a dar una opinión. A revisar el caso la empresa Molinos en Argentina para su producto “Mamá Luchetti” en el cual para el día de la madre los famosos personajes debían hacer un buen regalo: para ellos se realizó una campaña de incógnito parcial mostrando sólo 4 videos en TV de los más de 20 creados por la Agencia Madre. Los restantes eran buscados todos los días en la fans page de facebook y el canal de YouTube de la Marca. Los números avalaron esos botones y acciones en las redes sociales.
El caso de Cadbury, en el cual a través de un dato social real y actual, daba cuenta que en épocas de mundiales de fútbol, el grado de infidelidad de parte de las mujeres aumenta sorpresivamente. Entonces la marca de chocolates hizo una fans page que invitaba a ellas a hacerse amigos de tipos que “no les importa el fútbol” con quienes podrían chatear, interactuar y… algo más. Fue un éxito en incremento de ventas, interacciones con la página aumentando la recordación de marca y en mujeres con varias cañitas al aire.
Saber distinguir los niveles de atención de los usuarios de las redes sociales, saber que los me gusta a sus contactos no son los mismos que pueden dar a nuestra marca o anuncio y que hoy en día los community manager son requeridos con más frecuencia y sueldos muy buenos. Matías Acosta