“El sacrificio de todo un
día se lo llevan así no más”

Policiales | 13 Ago Un total de 2.000 pesos, producto de la recaudación de todo un día de labor, fueron sustraídos por desconocidos desde un kiosco ubicado al frente de una casa de familia en la zona de 25 de Mayo y Luis Alberto de Herrera, a las 16.30 del sábado.
“El sacrificio de todo un día de trabajo se lo llevan así no más” se lamentó con tono resignado la propietaria del kiosco, quien se encontraba en el fondo de su casa, regando las plantas, mientras a pocos metros se perpetraba el hurto en su negocio. Los ladrones accedieron al interior del kiosco a través de una banderola que da hacia un pasillo paralelo, y cuyo tamaño es apenas suficiente para permitir el paso de una persona de complexión delgada.
La banderola, carente de vidrios, contaba con delgadas rejas, que fueron dobladas por los autores del hurto, en una tarea que amerita necesariamente la intervención de más de una persona. Cuando a la hora indicada, un joven que ayuda a la comerciante llegó a abrir el kiosco, notó la falta de la lata que contenía el dinero, por lo que alertó de lo sucedido a la responsable del negocio.
La lata vacía
La comerciante recorrió las inmediaciones y halló caído a pocos metros el recipiente que contenía el dinero, ya vaciado por los ladrones. Con la intención de protegerse, la comerciante había enrejado totalmente la parte delantera del kiosco, pero nunca valoró la osadía de los ladrones, quienes accedieron por la banderola que da hacia el pasillo.
“Es que uno ya no sabe qué hacer”, explicó la dueña del kiosco, quien, con tono aliviado, añadió por último: “gracias a Dios que no estaba dentro del kiosco cuando entraron estas personas porque sinceramente, en una situación de ese tipo, uno no sabe la forma en que puede llegar a reaccionar”.