Opinion | 10 Ago Seguramente no es un tema de primera importancia en la agenda del departamento; claramente hay otras urgencias que merecen ser atendidas con antelación, pero tan siquiera para instalarlo en la agenda de discusión, debe repararse en el hecho de que el Palacio Municipal ha quedado ya demasiado pequeño para los requerimientos de las diferentes oficinas de la Intendencia Departamental, tanto como de la Junta Departamental.
No hay más que concurrir a una u otra área para darse cuenta de lo apretado de las instalaciones. Y conviene recordar que en el Palacio Municipal funcionan oficinas administrativas, desde que departamentos como los de Descentralización, Servicios, Promoción y Desarrollo y Obras, tienen sus instalaciones en otras partes de la ciudad. En el caso de la Junta Departamental, todo está concentrado en el mismo edificio y sin lugar a dudas no hay suficiente comodidad para el trabajo de los ediles.
Más tarde o más temprano, deberá considerarse una reforma a fondo del Palacio Municipal, ya sea destinándolo exclusivamente para la Intendencia de Paysandú, o para la Junta Departamental. Y, del mismo modo, establecer un proyecto para trasladar a la una o la otra, a un nuevo edificio o a uno reciclado.
Paysandú como ciudad ha crecido mucho y del mismo modo la Intendencia ha ido agregando servicios y oficinas administrativas. Para poner un solo caso, la Dirección de Tránsito casi no tiene lugar para otorgar las licencias de conducir y de propiedad de vehículos. Es un caso extremo, pero otras oficinas también carecen del espacio adecuado para el trabajo de los empleados y la atención al público.
Ciertamente, es un proyecto que cuesta decidir, sea la administración que sea, porque supone destinar dinero de los contribuyentes, del Estado central o de créditos internacionales a un edificio que beneficiará a la población en general solamente en forma tangencial.
No obstante, es un tema que debe y merece ser considerado. Con el cuidado necesario, determinando una zona concreta para realizar una obra nueva o para adquirir un edificio, teniendo en cuenta la financiación y en qué manera impactará en los contribuyentes. Pero queda claro que cuanto más pase el tiempo sin que se lo considere, menos tiempo se tendrá para su planificación, discusión y diseño. No es necesario esperar que el Palacio Municipal colapse para comenzar a pensar en un proyecto que satisfaga las necesidades de la Intendencia y de la Junta Departamental.