Paysandú, Martes 14 de Agosto de 2012
Locales | 12 Ago El Colectivo Manos Púrpuras, que reúne a gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales, realizó una jornada de concientización por el matrimonio igualitario en Plaza Constitución con la entrega de volantes y la ubicación de estatuas vivientes en la esquina de 18 de julio y Zorrilla de San Martín. Uno de los integrantes del grupo, Miguel Paredes explicó que la movilización “es a favor de los derechos humanos de todos los ciudadanos, pero en este caso centralizado en el matrimonio igualitario”.
El proyecto de ley se encuentra en el Parlamento para su discusión y en cuanto al mismo “queremos sensibilizar a la población y explicar que hablamos de matrimonio igualitario. La mayoría no sabe de lo que se trata, incluso consideran que es lo mismo que matrimonio gay y no es así. Significa que bajo la misma ley, todas las personas de igual o distinto sexo pueden recibir el mismo amparo legal que cualquier persona que se casa y no tiene nada que ver con religión o con otras creencias, es un aspecto social y de derechos para todos”, afirmó.
Al tiempo que continúan movilizándose en torno a la diversidad sexual, aseguran que con la aprobación de este proyecto, “le ahorramos una cantidad de perjuicios a las futuras generaciones, para que un niño o un adolescente que comienza a descubrir su sexualidad y se siente homosexual, sepa que tiene los mismos derechos que otra persona”, dijo Paredes.
Adelantó que la próxima tarea del colectivo “será trabajar en centros de salud libres de homofobia, porque queremos que cualquier persona se pueda atender de igual forma. En este aspecto, se consideró la creación de centros de salud destinados a la diversidad sexual, pero nosotros no estamos de acuerdo porque el objetivo es que todos nos atendamos en los mismos centros de salud y recibamos el respeto y la asistencia de cualquier otro ciudadano”.
Reclaman un cambio en el trato hacia el paciente y que se tenga en cuenta su orientación sexual, al indicar que “en varias oportunidades, el hecho que un médico no tenga en cuenta ese aspecto, podría generar un diagnóstico fallido. Nos parece que debe preguntar si el paciente mantiene relaciones sexuales con hombres o mujeres y que tenga presente su orientación sexual. Algunos médicos dan por sentada la heterosexualidad, entonces se trata de apuntar a no seguir viviendo en una sociedad heterocentrada”. Paredes aseguró que “en el caso de las jóvenes trans, se resisten a concurrir a un centro de salud porque todavía no tienen el cambio de nombre y sexo registrado, por ejemplo, y si se encuentran en una sala con veinte personas y las llaman por un nombre de varón, se retiran, no se atienden y tal vez concurrieron por un asunto importante. Se van sin la consulta por sentirse discriminadas, es decir, se niega una consulta que debería ser pública para todos. Existen otros ejemplos, como el caso de una joven trans que se pone a llorar por encontrarse depresiva e inmediatamente la derivan a salud mental sin que el médico tome en cuenta que puede estar tomando hormonas y que no lo hace de la mejor manera. Esas hormonas generan un efecto secundario en su salud, que no ha sido tomado en cuenta”, indicó.
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