Opinion | 12 Ago El tiempo ha pasado, los meses se han sucedido y estamos ya en vísperas de un nuevo Encuentro con el Patriarca. Bastante más de medio año ha transcurrido desde que el Poder Ejecutivo decretara la expropiación del predio donde estuvo enclavada la Villa de la Purificación y el Cuartel General del Hervidero.
El pasado 22 de diciembre, hace ya ocho meses, el presidente de la República encomendó al Ministerio de Defensa Nacional que proceda a la expropiación decretada del campo definido en la recomendación de la Comisión Nacional de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación. Se trata, por lo que se ha informado, de un total de aproximadamente 190 hectáreas dentro de la extensión total de los padrones 4980 y 4983, que son los identificados por la referida ley --lo que posteriormente fue corroborado por la investigación científica-- como los sitios donde se erigió la villa y cuartel general de José Gervasio Artigas.
Desde ese momento las cosas han parecido ingresar a una nebulosa ya que no han habido noticias sobre los avances –si es que hubo alguno—en los trámites del expediente correspondiente.
Sabemos que la Intendencia Departamental de Paysandú tomó nota de la resolución de referencia, conocemos las gestiones personales que el Intendente Bertil Bentos ha realizado ante Presidencia así como la oficialización, el 31 de mayo, de la comisión sanducera que actuará en lo atinente a Purificación, y poco más.
A esta altura de los acontecimientos es dable suponer que la tramitación de la expropiación ha sido “trancada” por la burocracia montevideana una vez más, quien sabe con qué justificación que vale más que la palabra del presidente Mujica.
Ante esta situación, ya es hora de que una vez más los sanduceros reclamemos enérgicamente la concreción de este paso fundamental para devolverle al pueblo uruguayo su primera Capital, el lugar que nuestro máximo prócer eligió como centro neurálgico de los Pueblos Libres y por lo tanto, la tierra que vio nacer al ser oriental.
En consecuencia, aparece como imprescindible que la comisión aludida se ponga en marcha para acompañar la gestión de las autoridades departamentales en procura de una concreción inmediata de la tan postergada expropiación del predio de Purificación.
Por otra parte, es lógico pensar que los integrantes de la comisión sanducera de Purificación, de la cual somos parte, debemos adelantar planes para estar en condiciones de presentar a las autoridades nacionales un proyecto ambicioso pero viable para el Parque Nacional de Purificación que homenajee con la intensidad del sentimiento nacional al Prócer y a todos aquellos gauchos y chinas, nativos y extranjeros que le acompañaron en la sagrada tarea de crear la Orientalidad.
Pero, debemos tener muy presente que Artigas no sólo lideró nuestra Banda Oriental sino que formó la Liga Federal, siendo Protector de los Pueblos Libres, único título que aceptó. Y bien que constatamos como se le recuerda en la reciente conmemoración del Congreso de Arroyo de la China que, convocado por Don José, se constituyó en la primera declaratoria de la independencia del Reino de España.
Por todo lo expuesto, deberíamos establecer en el marco del próximo Encuentro con el Patriarca, un instante para refrendar pacífica y respetuosamente que aquellas tierras de Purificación pertenecen a todos los orientales.
Y sería de total justicia que nos acompañaran representantes de las provincias de Entre Ríos, Santa Fé, Mendoza, Corrientes, Córdoba y Misiones. Porque, como expresó Artigas a Pueyrredón: “...Es propio de los pueblos libres, preferir la gloria a la ignominia...”