Paysandú, Miércoles 22 de Agosto de 2012

Òpiniones

Recibimos y publicamos

Locales | 19 Ago Es justo el tiempo de nuestra justicia. Una reflexión sobre quiénes tienen el poder de decidir en esta sociedad, cuando deja de ser bueno nuestro Poder Judicial.
Somos una familia de trabajadores, laburadores, burros, como se lo interprete. Sólo aseguramos que vivimos en nuestro trabajo y en los momentos libres nos informamos viendo un diario o un informativo en la tele como lo hace la mayoría. Hoy como costumbre por la tele nos informábamos de que un camionero había sido procesado con prisión por un Juez que entendía era culpable de las lesiones que había sufrido nuestro único líder que nos está quedando de los campeones del 50, Sr. Alcides Ghiggia.
Como a todos, nos causó congoja el accidente del campeón pero no era extraño el suceso para nosotros, porque hemos trabajado mucho tiempo en la calle y estas cosas suceden a cada momento en cualquier parte de nuestro país y teniendo en cuenta la edad del líder, podía suceder como una lógica. Sí llamó la atención que inmediatamente que el conductor del camión fuera procesado con prisión al día siguiente, porque si bien las lesiones de nuestro campeón eran bastante críticas no habíamos escuchado otro hecho similar en estos casos.
El 10 de agosto hizo un año que a las 8 de la mañana y como habitualmente sucedía, nuestra hermana Nancis salió en su moto a trabajar y no volvió; una señora conocida que conducía un bonito auto color gris metalizado, en la rotonda de Avenida Soriano y Zorrilla, literalmente la pasó por arriba con moto y todo. Nuestra hermana luego de permanecer cinco días en un CTI murió por causa de las lesiones que esta señora le causó un año de su muerte la Justicia no se pronunció
Hace un año que, en su hábito de laburo, nuestra hermana Nancis Lilian Larrosa Saavedra con sus jóvenes 45 años, luego de tomar un matecito, de sacar el tarro de la basura, dar varias vueltitas, le da un beso a su hija, otro a su nieto y luego que a su entender, estaba todo normal, metódicamente toma las herramientas de ir al trabajo, sus documento personales, su casco protector, etcétera. Una vez en el patio y nuevamente tomando cuenta que esté todo bien, salió en su moto a su trabajo allí en El Buen Pastor calle Ituzaingó casi Vizconde. Ese día cómo era habitual entra al centro por calle Zorrilla, no tenía como saber que la muerte la esperaba en el cruce de la rotonda, nunca se enteró, sólo ocurrió. Según la Policía Técnica y uno de los testigos afirmaba que el auto conducido por esa señora debía de haber venido a más de 80 Km por hora. Nuestra hermana ya había cruzado la rotonda, el auto chocó al medio de la moto y su cuerpo salió despedido por encima del auto y tan impactante fue que nuestro testigo dice que la alcanzó a ver cuando volaba dos metros por arriba del auto. La señora continuó la marcha y frenó a más de 100 metros de la rotonda; luego de eso y ya en el CTI sólo era un deseo nuestro su recuperación. Los médicos fueron leales diciéndonos que era difícil que su cuerpo resistiera tales lesiones, el 14 de agosto se fue para no volver. Un sabor muy amargo dejó su partida, era un ejemplo de mujer, que muriera de esa forma dolía un poco más. No fue justo.
La señora que la mató junto a una hija profesional fueron al Sanatorio cuando ella peleaba por su vida, no era nuestra intención de hablar sobre cómo había ocurrido el accidente; pero no tuvo mejor idea que decir que nuestra hermana poco menos se había tirado frente al auto y por lo tanto quienes estábamos ahí debíamos pensar que esta señora era una víctima. Con todo respeto le pedimos que se retirara porque no era el momento de encontrar culpables. Aún así su hija fue nuevamente y ante la insistencia se le dijo: “nos cae mal tu presencia en este lugar, no vengas”.
Es seguro que nada de lo que hagamos o dejemos de hacer traerá la vida de nuestra hermana nuevamente, sí es seguro que estamos en una sociedad que se rige por normas que todos, y al decir todos se entiende que también los que tienen solvencia en dinero, debemos cumplirlas. Más allá de nuestra seguridad de que la culpable había sido la señora, igualmente por los medios que corresponde le acercamos a la Policía y por ende a la Justicia dos testigos que habían presenciado el accidente donde no cabía duda que esta señora literalmente la había pasado por arriba.
Pasado los días la Justicia hace la reconstrucción del hecho donde estaban los testigos que nosotros habíamos encontrado corroborando con ello nuestra razón sobre la culpabilidad de la señora, pero a la vez estaba un tercer testigo presentado por la señora, que inmediatamente se nos dijo que era ficticio. La señora se había tomado en serio el papel de hacerse pasar por víctima al extremo de tergiversar los hechos ante la justicia proponiendo un testigo falso, como ya lo había insinuado en una entrevista que mantuvo con uno de nuestros testigos tratando de que este dijera que nuestra hermana giraba por la rotonda contra flecha. Aún así, nuestro convencimiento fue mayor cuando nuestro representante legal nos llama para decirnos que en el momento de la reconstrucción otra persona conocida le ofrecía su testimonio de que había estado en el accidente y la testigo que la señora presentó en la Justicia era falso. Era grosero lo que hacía la señora aparte: de negar su culpabilidad sobre la muerte de nuestra hermana, interponía elementos turbios ante la Justicia.
A un año de lo ocurrido seguimos esperando un dictamen; sabemos que la señora tiene dinero para defenderse con dos abogados y su hija es una profesional. Nuestra hermana no era famosa y menos podrá ser interrogada por la justicia, que nosotros estamos muy por debajo de su clase social. Aún así y en nuestro derecho como familia y amigos integrados a esta sociedad, creemos que no es posible cómo una persona puede quitarle la vida a otra y la único que haya recibido por matar un semejante fue una notificación de pago de una multa a la Intendencia Municipal por una infracción de tránsito.
Es así que humildemente le pedimos a nuestro Poder Judicial algo más que una multa de tránsito para esta señora que mató a nuestra hermana.
Firmamos hermanos, hija y amigos de Nancis, quien en vida fue un ejemplo de mujer.
(Siguen Firmas)

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Quien suscribe Libre Olguín, que actualmente tiene un programa en Radio Paz de Guichón (al aire libre), solicita tenga bien publicar una serie de quejas que hacemos los habitantes de esta localidad.
Hemos hecho las correspondientes denuncias a las autoridades y no hemos tenido respuesta a nuestras inquietudes.
El caso es que desde hace unos cuantos meses por no decir años somos víctimas de vándalos nocturnos que han realizado los hechos que enumero: en lo personal dos veces intentaron darme vuelta un carro de venta de comidas; destrozos y roturas de los bancos de la plaza Williman y los bancos que están afuera del liceo, bancos y mesas del Parque Municipal, incendio de un galpón con una moto y una camioneta adentro, incendio de una garita donde se espera el ómnibus.
En la madrugada un ciudadano evitó un destrozo en su auto ya que atravesaron en la calle una columna de cemento que pesa más de 200 kilos, el hombre iba con su madre, pudo frenar a tiempo. Luego llamó a vecinos que le ayudaron a retirar de la calle.
Ante todo este vandalismo los vecinos de Guichón estamos indignados y nos sentimos casi impotentes frente a estos hechos que aparentemente no se les quiere dar importancia. Desde mi humilde opinión como periodista radial y mi mucha experiencia, creo que deberíamos hacer algo rápido antes que tengamos que lamentar un hecho irreparable. Creo que aún estamos a tiempo de evitar que jóvenes, al no tener más entretenimientos nocturnos les dé por prender fuego alguna casa de familia con ellos adentro (para entretenerse).
Quizás soy demasiado trágico en mi forma de pensar, pero conozco muchos casos en el mundo de jóvenes que empezaron haciendo pequeñas travesuras y terminaron en la cárcel por llevar sus chistes a la violencia y hasta el crimen.
Libre Olguín

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Maldad o violencia
Vivo sola en Barrio Pay Cap Block A apartamento 1 hace 32 años. Soy viuda muy reciente, no molesto a nadie. Tengo dos mascotas: Chiquitín y Gaspar, 3 y 7 años.
Desde principio del 2012, viven en el barrio unos vecinos con 3 hijos. Desde Semana Santa comienzan a molestarme tirándome cosas en la puerta de mi departamento como preservativos, comida; son los dos jóvenes. Al padre le molesta que cuando saco los perros uno de ellos ladre pero no hace nada, sólo lo hace de contento. Un día tuve unas palabras con él y hasta me llegó a correr y golpear mi puerta. Pero lo más grave: el 19 de junio de mañana salgo a las 8.30 con mis mascotas. Estando todos en la puerta de salida, pasó como siempre el mismo el tipo y se me vino encima; entonces le dije: “qué, sos golpeador de mujeres” le dije y me defendí con una vara que tenía. Le dije te voy a denunciar pero me ganó de mano haciendo una denuncia penal. Pero las cosas siguen, y siguen molestándome bajando la llave de la luz de mi apartamento; mandé hacer un cajón para que no lo hagan más. Un domingo regreso de tarde a las 17.30 y encuentro el candado que estaba en la puerta tapado con pegamento. Todo esto lo he hablado con la comisaría del barrio pero no han hecho nada, cuando cuelgo ropa de cama me la tiran; aunque esté en mi ventana pues vivo en el 3er piso. Ahora hace poco, el 21 de julio cuelgo unas cortinas blancas y me tiraron pintura negra, no puedo tender más ropa como los demás lo hacen.
Será cosa de chicos, pero mientras tanto yo pago todos los gastos en cortina nueva, cerradura nueva, cerrajero, pago todos mis gastos comunes pero no tengo derecho a vivir en paz a mis 71 años. Merezco que se me respete como persona mayor que no molesto a nadie. Los demás vecinos lo pueden avalar. C.I.2.943.983-2

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Algunas consideraciones sobre la semi peatonal 18 de julio
Debería aclararse cuál es el significado de “semi peatonal”. Peatonal no es porque los transeúntes siguen compitiendo con los vehículos y su tránsito. Podría ser semi peatonal, porque al caminante se le hará más difícil que antes de la reforma, el desplazarse. En efecto, las veredas tiene trabas antes inexistentes (baldosones con agujeros, acueductos con varillas, falta de cordones protectores). Como no se ve ninguna ventaja, el peatón pasaría a ser ¿“semi peatón”?
Como bien lo dijo “EL TELEGRAFO”, estacionar ahora vehículos careciendo de cordón indicador y con postes, implica maniobras harto cuidadosas que enlentecerán el tráfico y/o arrojarán rozar o golpear contra esos obstáculos.
No sé si se habrá pensado --entiendo que no-- el prohibir estacionar en 18 a los vehículos comunes, y a los camiones de descargas obligarlos a cumplir un horario mañanero muy tempranero, para no empeorar las cosas.
Las baldosas comunes que se están empleando --ya instaladas como definitivas-- le hemos constatado rajaduras, roturas, desgranamientos, que hablan de su calidad. Aunque se cambien ahora, cabe pensar cual será el lapso de su duración en forma. El director Flavio Fuccaro manifestó en este diario que ninguna parte de la obra había sido recibida por lo que se podía hacer reclamos ante la empresa constructora. No parece coherente el pensamiento: ¿se esperará a que esté todo terminado para señalar lo que no es de recibo y vuelta a romper? ¿No sería más práctico observar los materiales y mano de obra antes y durante la instalación, respectivamente?
Las baldosas agujereadas parecen no estar adheridas a las veredas sino simplemente apoyadas en los bordes de la canaleta que corre por debajo de ellas. He podido comprobar ciertas variantes de nivel entre unas y otras que les causa vaivén al caminar sobre ellas. Son además rústicas, y también con cachaduras varias. Algunas rejillas que cubren el otro desagüe, ya están desoldadas. En general, da toda la impresión que los materiales y mano de obra empleados son de escasa valía. Si fuere así: ¿cuánto costará mantener la obra?
Los siempre listos vendedores ambulantes ya han levantado puestos en plena calzada, para generar “antigüedad” en el lugar. Ya habría que hacer cumplir ordenanza y si no alcanza, dictar otras más severas, para que el centro deje de una vez de ser el escenario de la competencia desleal de estos trabajadores frente al comercio formal. Deberá hacerse un plantío cuasi tropical de especies vegetales para embellecer el pretendido paseo, porque los tristes focos que se han puesto en alguna cuadra no llaman la atención a nadie y del arco de fútbol gigante a la entrada a la semi ni hablemos.
En definitiva, muchísimo ruido y un puñado de nueces: ¿Cuánto dinero insumirá mantener y reponer tanto material de poca calidad empleado?
Recuerdo un viejo refrán, que más o menos dice “Temblaron los montes y parieron un ratón”.
Observador decepcionado


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