Paysandú, Viernes 24 de Agosto de 2012
Rurales | 18 Ago “Los granos de destilería tienen un enorme potencial en la alimentación de vacunos de carne, al poseer estos subproductos un valor energético superior al grano de maíz cuando se utilizan en la etapa de terminación de novillos y vaquillonas”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Juan Carlos Elizalde.
El reconocido técnico e investigador argentino, consultor académico internacional, indicó que “el óptimo nivel biológico de inclusión, tanto de granos secos de destilería (DDGS) como de granos húmedos de destilería (WDGS) se encuentra entre 30 y 40% de ración (en base materia seca)”.
Sostiene que “si bien ambos subproductos son superiores al grano de maíz, el proceso de secado parece reducir el valor alimenticio de los mismos, haciendo que el resultado sea mejor utilizando granos húmedos. No obstante, la utilización de diferentes porcentajes de DDGS en reemplazo del grano de maíz mejora el resultado económico del engorde de novillos aunque depende del nivel de inclusión y de la distancia a las fábricas”.
La industrialización de granos de cereales para producir alimentos destinados al consumo humano, bebidas o etanol se han multiplicado durante la última década en diversos países del mundo, con especial énfasis en Estados Unidos. “Existen procesos de molienda de granos secos y húmedos, los cuales dependen del producto final que desea obtener”, aclara Elizalde.
“La producción de etanol se realiza mediante el procesamiento seco del grano y la posterior fermentación y transformación del almidón en alcohol. Este proceso genera una serie de subproductos que se denominan granos de destilería, los cuales tienen un enorme potencial en la alimentación de vacunos”.
Se conoce con el nombre de granos de destilería al residuo sólido obtenido de la producción de etanol. Estos residuos pueden ser de maíz (principal grano involucrado en dicho proceso), sorgo o cereales de invierno como cebada y trigo.
“El proceso de producción de etanol es relativamente simple”, precisó el profesional argentino. “El mismo consiste en la molienda seca del grano de maíz --u otro cereal-- y la posterior hidrólisis del almidón a glucosa, la cual es fermentada en etanol y dióxido de carbono generando un residuo que se denomina “granos de de destilería” o también “burlanda”.
Los granos de destilería se caracterizan por ser alimentos ricos en energía, proteína, grasa y fósforo. “La energía es aportada principalmente por los lípidos (que se encuentran en elevada proporción), los cuales tienen mayor concentración energética respecto de los carbohidratos y las proteínas. Además contribuye al aporte energético la fuente de fibra (FDN), que se caracteriza por ser muy digestible”.
Elizalde explica que “la proteína del DDGS es menos degradable a nivel ruminal respecto de otras fuentes proteicas tales como el gluten feed ó el pellet de soja, lo cual se transforma en una ventaja desde el punto de vista nutricional. Sin embrago, la digestibilidad total de la proteína se podría reducir en forma significativa en caso de ocurrir un sobrecalentamiento durante el proceso de secado”.
“Los granos de destilería secos o húmedos se utilizan principalmente como fuente de energía en el engorde de vacunos. Sin embargo, cuando estos se incluyen en proporciones superiores al 30% de la ración, también cubren perfectamente los requerimientos de proteína y fósforo de los vacunos en terminación”, dijo. Otro factor que podría explicar la mejor conversión de DDGS es el elevado contenido de lípidos. “Esto se debe a que los lípidos contienen tres veces más energía respecto del grano de maíz. La grasa adicional que poseen los granos de destilería respecto del grano de maíz --3 veces más-- podría explicar un mayor valor alimenticio, equivalente al 9-10% superior para DDGS.
En contraposición, la peor eficiencia observada en niveles de inclusión superiores al 40% “podría estar asociada con el porcentaje de lípidos en la ración total. Al reemplazar un 50% de maíz por DDGS se provoca un aumento en el contenido de grasa total de la ración que supera el 8%”, según Elizalde.
El técnico, que todos los años participa en las jornadas de la UPIC en Paysandú, manifestó que “los rumiantes tienen una limitada capacidad para metabolizar grasa cuando se incluye en niveles superiores al 6% de la ración. Además, los lípidos condicionan la digestión de otros componentes de la dieta, tales como la fibra. Estos factores podrían explicar, al menos en parte, el menor valor alimenticio de DDGS respecto del maíz, cuando se reemplaza en un 50% de la ración en base seca.
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