Locales | 19 Ago El Programa Uruguay Clasifica (PUC), del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), mantiene reparos con el proyecto de gestión de residuos domiciliarios y la ubicación de contenedores en diversos puntos de la ciudad, ante la experiencia registrada en otros departamentos.
El director departamental del Mides, Carlos Damico, recordó que el programa comenzó en 2006 “con población vulnerable, en el manejo de materiales orgánicos e inorgánicos, bajo el objetivo de cambiar las condiciones de trabajo y la invitación a dejar los vertederos un día a la semana para pasar al circuito limpio puerta a puerta con previa clasificación por parte de los vecinos”.
El referente regional del PUC, Marcelo Rodríguez, agregó que “esto genera a su vez un reconocimiento del clasificador como trabajador, su legitimación frente a la ciudadanía y un compromiso con el medio ambiente. Así se implementó el programa con fondos del Mercosur y desde el año pasado con el presupuesto nacional, en coordinación con las intendencias que por ley orgánica tienen competencia en la gestión de los residuos y de las cuales necesitamos la colaboración para el aporte logístico, con camiones recolectores en circuitos limpios, más allá que el ministerio brinda otros recursos como carros con bicicletas, porque no fomentamos los carros tirados por caballos”.
En Paysandú, se instrumenta desde 2009 en el Vertedero y en barrio El Curupí, “donde resultó más fácil implementar el circuito limpio puerta a puerta, mientras que en el Vertedero, los clasificadores lo efectúan dentro del mismo, aunque aceptaron salir una vez a la semana. Por dificultades en la operativa se fueron suspendiendo los circuitos limpios fundamentalmente en el Vertedero y en El Curupí continúan haciéndolo con carros tirados por caballos y con bicicleta que proporcionó el PUC”, dijo Rodríguez.
El Mides trabaja en el proyecto oportunamente presentado por el director Emilio Pérez y que será elevado al Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) o por la Intendencia de Paysandú, “luego de reestablecer el contacto interrumpido por un tiempo. Este trabajo se retomaría en forma lenta, porque cabe consignar que no hemos logrado avances considerables”, indicó Rodríguez. La Unidad de Gestión Ambiental, que depende de la Dirección de Servicios, presentó esta iniciativa, sobre la cual “hacemos nuestro planteamiento a través del PUC del Mides, ante la preocupación por reiterar modelos que se han desarrollado en otras intendencias como es el caso de la contenerización en Montevideo”, consignó.
El referente regional del programa analizó el cambio brusco “a un sistema cuando la ciudadanía está acostumbrada a otro --que no funciona mal porque se puede visualizar que Paysandú no es una ciudad sucia-- y observar si la contenerización no generará un problema como en la capital del país, donde no funciona. Además se deberá evaluar lo que ocurra con los clasificadores y si se pueden incluir en este nuevo sistema, donde se piensa en la instrumentación de una planta de clasificación dentro del Vertedero y otra en El Curupí. La etapa actual es de negociación con la posibilidad de su instrumentación desde 2013”, especificó.
Rodríguez analizó que los clasificadores “no son reconocidos como trabajadores y no tienen un patrón sino un intermediario que compra el material a un precio muy bajo si se lo compara con el precio que lo venden en el mercado y es quien se lleva la ganancia”.
VARIOS PUNTOS NEGATIVOS
Rodríguez y Damico coincidieron en señalar que “para implementar un sistema ponemos énfasis en la gente que es el motor del proyecto. Por un lado, están los vecinos que tienen la responsabilidad civil de sus residuos y por otro, el servicio que brinda un clasificador a la comunidad revalorizando su tarea con la formalización”.
A través del PUC, observan “varios puntos negativos en el sistema de contenerización de la ciudad porque traerá conflicto entre pares, es decir entre vecinos ya que si no funciona como ocurre en Montevideo, la basura estará frente a las puertas de los hogares y el problema pasará a ser de la Intendencia. El otro impacto negativo es que cada zona donde se depositará se transformará en un nuevo vertedero y un centro de disputa de la gente que vive de esto. Estos aspectos negativos serán difíciles de revertir, una vez que se ponga en marcha. Por eso, proponemos la revisión del programa en base a la experiencia para fortalecer el sistema de recolección de residuos urbanos, pensando en los roles de cada uno”.