Paysandú, Viernes 24 de Agosto de 2012
Policiales | 23 Ago Siete miembros de la banda sanducera que desde hace al menos ocho años se dedicaba a reclutar en Paysandú mujeres, varias de ellas menores, para su explotación sexual en prostíbulos de Young, Maldonado y del exterior, como España e Italia, fueron procesados ayer por el juez Letrado de Primera Instancia en lo Penal Especializado en Crimen Organizado. Entre los procesados, se encuentran cinco hermanos --tres hombres y dos mujeres-- de la familia Escobar, encabezada por el cabecilla de la organización, apodado “El Zorro”. Con esto culmina el operativo “Las Palmeras” realizado por la Dirección de Crimen Organizado.
La maniobra, que se llevaba a cabo desde mediados de esta década, fue detectada hace dos años por la Fiscalía Letrada de Young, en donde se obtuvo información que jóvenes de Paysandú eran enviadas --siempre por las mismas personas-- a ejercer la prostitución. A partir de entonces, personal de esa dependencia comenzó una paciente investigación que incluyó relevamientos fotográficos, así como intervención de las cuentas bancarias de los involucrados para comprobar el lavado de activos de los miembros de la organización.
Al finalizar la investigación, se comprobó que esta familia se dedicaba a reclutar mujeres, aun menores de edad, generalmente en la vía pública, las remitía para su explotación sexual en los prostíbulos aludidos en el Interior del país y, en algunos casos, al exterior, en donde eran retenidas contra su voluntad. Finalmente, el lunes se allanaron los domicilios de los hermanos Escobar en Paysandú, en donde se los detuvo y requisó ocho vehículos, dos motos, armas y embarcaciones. A la vez, fueron detenidas otras 15 personas, un grupo compuesto mayormente por damnificadas, quienes declararon como testigos.
La familia Escobar
El cabecilla de la red, Sergio German Escobar Mattos, de 45 años, alias “El Zorro”, había sido procesado por primera vez con prisión el 7 de marzo de 1986 por lesiones graves, luego el 24 de diciembre de 1990 por el mismo delito, y finalmente el 21 de junio de 1992 por hurto y daños en reiteración real. Por buena conducta, sus últimos años de prisión los cumplió en donde actualmente está instalado el Anexo Carcelario, en el predio del tambo policial.
Al recuperar su libertad a fines de la década de los 90, adquirió un terreno en la zona de avenida Enrique Chaplin y Lucas Píriz, donde construyó una casa tipo chalet, que fue ampliando y remodelando constantemente hasta la actualidad. Sin actividad laboral conocida, compró sucesivamente varios vehículos, así como lanchas en las que solía navegar por el río Uruguay, generalmente en compañía de varias mujeres que ejercen el meretricio.
El chalet que construyó era utilizado como centro de operaciones de la organización que lideraba. Según manifestó públicamente el magistrado que lo procesó, “El Zorro” declaró que tenía tres esposas y que esa declaración había sido corroborada efectivamente por las mujeres aludidas, quienes confirmaron que convivían con el delincuente.
Prostituía a su propia hija
Según la misma fuente, “El Zorro” prostituía a su propia hija adolescente, producto de su relación con una prostituta apodada “La Gitana”, que falleciera en un accidente de tránsito en 2010 en Mercedes. La menor ha sido sorprendida en varias oportunidades por la Policía sanducera, vendiendo drogas en la plazoleta en avenida Chaplin y Uruguay.
Por su parte, el hermano de “El Zorro”, César Escobar Mattos, de 43, fue procesado con prisión por última vez en Paysandú el 23 de noviembre de 2001, cuando tenía 22 años, por lesiones graves luego de apuñalar tres veces a Ángel Pablo Peña López (25), durante un altercado en Bulevar Artigas y República Argentina. Tras recuperar su libertad, construyó un chalet en Joaquín Suárez entre Andresito e Industrias, de similar diseño al construido por su hermano, y al igual que él, cambiaba constantemente de vehículos.
La pareja de César Escobar Mattos es hermana de un delincuente poseedor de profusos antecedentes penales por venta de droga, cuya captura se encuentra requerida a Interpol desde mediados de esta década, cuando el malviviente no regresó de una salida transitoria del Complejo Penal (ex Comcar). A pesar de su pedido de captura internacional, la Policía sabe que ha estado en varias ocasiones en Paysandú, algunas de ellas en la casa de la pareja de su hermana.
El tercero de los hermanos detenidos carecía hasta ayer de antecedentes penales, pero ya había sido investigado en varias ocasiones por ejercer la venta de droga y el proxenetismo en su casa, ubicada en la zona del barrio El Espejo.
Por último, las hermanas de la familia, procesadas finalmente por lavado de activos, también carecían de antecedentes penales.
procesamientos
En la tarde de ayer, el juez Néstor Valetti dispuso el procesamiento con prisión de “El Zorro” Escobar por “un delito continuado de proxenetismo, con un delito de trata de personas y con un delito continuado de lavado de dinero, y un delito de contribución a la explotación sexual de personas menores de edad; todos en régimen de reiteración real”.
En tanto César Escobar fue procesado también con prisión por “un delito continuado de proxenetismo”; su otro hermano también fue enviado a prisión por “un delito continuado de lavado de activos en la modalidad de asistencia”. Mientras que sus dos hermanas fueron procesadas sin prisión, también por asistencia al lavado de activos. A la vez, fueron procesadas otras dos personas vinculadas a la familia, una de ellas con prisión por “un delito continuado de proxenetismo” y otra, sin prisión, por asistencia a lavado de activos.
Libres de culpa
Según el juez actuante, no se pudo comprobar que propietario del prostíbulo “Las Palmeras” de Young, en donde se iniciara el procedimiento y cuyo nombre diera lugar a la denominación del operativo, estuviera al tanto de las maniobras de la familia sanducera Escobar, que le proporcionaba meretrices para trabajar en su local.
En consecuencia, el sexagenario, oriundo de Mercedes pero establecido hace al menos 30 años en Young, recuperó su libertad.
Tampoco se halló responsabilidad en la popular “Naná”, a cuyos prostíbulos en Maldonado eran también enviadas jóvenes desde Paysandú. A la vez, no se pudo comprobar que ninguna de las personas vinculadas a un bar de calle Uruguay fuera responsable de reclutar para la banda a mujeres que ejercen la prostitución en las inmediaciones del comercio.
Por último, el juez Valetti indicó que el procedimiento aún no ha concluido ya que, entre otras actuaciones, está pendiente la detención de una mujer cuya captura fue solicitada a Interpol y que constituiría una pieza clave para desentrañar la forma en que las mujeres eran enviadas a Italia y España.
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