Opinion | 21 Ago Con la meta de llegar a 2014 con un 60% menos de documentos de transacciones económicas en papel, se realizó en la víspera en nuestro país el lanzamiento de la denominada “e-factura” o factura electrónica. Estados Unidos, Europa, Australia e incluso Argentina y Chile son países avanzados en el uso de factura electrónica, en tanto que otros como los países escandinavos y Brasil son líderes en la materia.
El sistema de facturación electrónica se basa en los Comprobantes Fiscales Electrónicos, documentos digitales generados y firmados electrónicamente en un formato preestablecido por la Dirección General Impositiva, que tienen la misma validez legal y tributaria de las facturas y otros documentos impresos. Son documentos electrónicos firmados electrónicamente con una clave privada generada en el contexto de la PKI Uruguay
La factura electrónica es un instrumento de alto impacto para el comercio de Uruguay, que se espera que aumente la eficiencia del Estado y de la administración tributaria, en tanto que implica una importante reducción de costos administrativos, de papel y de almacenamiento.
En este sentido, en Uruguay se emiten 470 millones de documentos por año y se estima que con el sistema de facturación electrónica cerca del 60% se emita en formato digital. Este esfuerzo se inscribe en el marco del desarrollo de la instrumentación de las tecnologías de la información y comunicación a nivel gubernamental, lo que también se conoce como gobierno electrónico.
El sistema de “Comprobantes Fiscales Electrónicos”, es el resultado del trabajo conjunto entre la DGI y un grupo de ocho empresas que desde el año pasado participan en un plan piloto y que han acompañado este proceso, que cuenta también con el apoyo de la Agencia para el Desarrollo del Gobierno de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic).
La mejora en la eficiencia del Estado que implica este avance tecnológico que lleva adelante la DGI, seguramente redundará en el desarrollo de un administración pública eficiente y confiable en el uso de las TIC y podrá favorecer el desarrollo del comercio electrónico en nuestro país, factor esencial en el aumento de la competitividad y acceso a nuevos mercados y negocios.