Edil Rubens Francolino

Locales | 26 Ago Tras un planteo escrito en el plenario de la Junta Departamental sobre la explotación forestal de las islas del río Uruguay, el edil nacionalista Rubens Francolino alertó que se rematarán en noviembre cuatro de ellas frente a Río Negro: Román Grande, Pingüino, Basura y Chalá. Francolino reiteró conceptos vertidos en 1985 sobre las islas, que “nadie duda de la excepcional aptitud forestal del territorio insular, pero apenas si alguna vez se ensayaron tímidas plantaciones de árboles en improvisados programas de carácter oficial”. Se refirió concretamente a una superficie insular que supera las 3.500 hectáreas, desde Daymán al arroyo Negro, “de tierras catalogadas de fértiles a muy fértiles, islas que son conocidas como: Chapicuy, Guaviyú, Dos Hermanas, Sombrerito, Queguay Chica, Queguay Grande, San Francisco Grande, Almirón, Almería e Islote Braulio. Pueden ser aprovechables para la hortifruticultura y ni que hablar para la explotación de un turismo al que aguardan insospechadas perspectivas”.
A modo de referencia, “en abril de 1972, también como diputado nacional, el Servicio de Parques y Fauna me informó que se habían realizado plantaciones forestales en las islas de Almería y Queguay Grande, obviamente a cargo del Estado en ese caso y sin mayor trascendencia en cuanto a explotación de la madera”, señaló.
También puso sobre la mesa el denominado Código de Islas, que tuvo un ante proyecto instrumentado a la salida de la dictadura, ante el interés puesto sobre el tema por el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Iglesias. De haberse aprobado y puesto en vigencia por Uruguay, hubiera permitido que las intendencias tuvieran injerencia y pudieran accionar sobre el territorio insular correspondiente.
Remate
En posterior intervención, Francolino agregó que “acorde a lo que se anuncia vía Internet, el 7 de noviembre próximo, a las 15 horas, en la Ciudad Vieja de Montevideo y con una base de U$S 350 la hectárea, saldrán a remate cuatro islas que están frente al departamento de Río Negro”. Los martilleros Dante y Gustavo Iocco ponen a disposición de los compradores los títulos de propiedad y registros legales. Empero, “públicamente no se sabe quiénes son los propietarios de esas islas que se promocionan como sitio ideal para distintas explotaciones por su cercanía con Montevideo y Buenos Aires, así como por estar a 30 kilómetros de Fray Bentos y a 80 kilómetros de Paysandú, con el atractivo adicional de estar exoneradas del pago de contribución inmobiliaria y del Impuesto de Primaria”.
Pero “desde 1966 se sabía de la intervención de una firma llamada Pincho Sociedad Anónima, que había adquirido nueve islas en dicha zona, entre las cuales las cuatro citadas y además las denominadas El Burro, Navarro, Román Chico, Redonda y Del Chileno”.
Francolino aclaró que “los remates de islas en el paterno no son una novedad, puesto que muchos recuerdan el de la Isla Caridad frente a nuestra ciudad, que en la década de 1960 fue loteada y subastada en Buenos Aires, algo relativamente común en el vecino país, donde dichas ínsulas no son consideradas tierras fiscales como ocurre en la legislación de nuestro país”.

Larga e inconducente espera
En su planteo al plenario de ediles departamentales, Rubens Francolino recordó que “un viejo recorte de EL TELEGRAFO (mediados de mayo de 1986) anunciaba con título de grandes caracteres que se daría a conocer en Paysandú el Código de Islas, documento por el cual se trasladaría la administración de las mismas a las intendencias municipales del Litoral”.
“El anuncio iba a estar a cargo del entonces canciller, Enrique Iglesias, pero este prestigioso diplomático dejó el país para ocupar un cargo de expectativa internacional y, desde entonces han sido infructuosos los intentos, por lo menos de quien habla, de volver a poner el tema entre los grandes intereses y expectativas de Paysandú y de la región, porque esto sirve tanto a nuestro departamento como a toda la costa litoraleña”, añadió.
Francolino sostuvo que llama la atención que “actualmente, con la proliferación de congresos, encuentros legislativos y en particular la actividad del Congreso de Intendentes donde se cotejan los intereses comunes, no se haya insistido para lograr la administración del territorio insular que enfrenta a sus respectivos departamentos”.