Locales | 21 Ago Con una muy buena presencia de fieles católicos y fundamentalmente niños que concurren a la obra social salesiana, se tributó un muy justo homenaje al Padre Manuel Pías en su lugar natural: el Oratorio Salesiano Zona Este. El mismo lleva ahora su nombre, junto al de la Fundación Rodríguez Candela y además tiene la primera placa que tributa homenaje allí a un sacerdote salesiano.
El sacerdote salesiano Padre André Boone ofició una misa en memoria del Padre Pías, de cuya obra espiritual dijo era “el pan de vida” para tantos niños que pasaron por ese oratorio o aquellas familias a las que asistía, visitando en sus propios hogares. Destacó su entereza para soportar el dolor y el sufrimiento físico, sin dudas motivado por su fe en Dios.
Boone solicitó que dos niños, uno hincha de Nacional y otro de Peñarol, descubrieran el cartel sobre el portal de acceso al salón principal y en este fueron integrantes de la Comisión de Apoyo, presidida por la señore Clohe Morales quienes hicieron lo propio al retirar la tela con el impreso de la Virgen María, para dejar descubierta la placa que recuerda la incansable obra del Padre Pías.
Varias personas dieron un testimonio emocionado del muy valioso aporte del Padre Pías, una de ellas la maestra responsable del Jardín Infantil, Graciela Castaño, recordando que “cuando vine con la propuesta de instalar una guardería el Padre Pías me preguntó, ‘¿te parece que va a funcionar, m’hija?’ De lo cual hace ya 29 años. Por todo lo que hizo por este oratorio salesiano me siento muy orgullosa que hoy lleve su nombre”.