Rurales | 29 Ago Procurando devolver la confianza a productores e industriales tras la irregularidad constatada en Frigoyí, el Instituto Nacional de Carnes (INAC), decidió hacer una auditoría externa sobre el sistema de cajas negras en todas las plantas frigoríficas del país.
El vicepresidente del organismo, Fernando Pérez Abella, sostuvo que los servicios técnicos del INAC explicaron este lunes a los integrantes de la Junta Directiva --integrada por representantes del gobierno, de la industria y de ganaderos--, los pasos dados. Indicó que “toda la información está registrada, el sistema de cajas negras funcionó y eso brinda tranquilidad”.
Aclaró que “no fue un problema de cajas negras, se manipuló el peso de las taras y eso no se puede hacer”. Para demostrar que el sistema funciona, se acordó hacer una “auditoría externa” sobre el sistema de cajas negras en todas las plantas frigoríficas en busca de puntos flojos y así evitar futuros cuestionamientos al sistema.
Pérez Abella manifestó a El País que todas las pruebas de pesaje de las roldanas en las otras plantas frigoríficas no mostraron irregularidades. “Se dio tranquilidad a los integrantes de la cadena. Toda la información está registrada, el sistema funcionó y eso brinda tranquilidad”, agregó.
La irregularidad constatada en Frigoyí que le valió la aplicación de una multa de 15.000 Unidades Reajustables (U$S 410.000, la más alta de la historia) y que la empresa pagó en forma inmediata, fue abordada nuevamente en la reunión semanal de la Junta Directiva.
La pena fue por “haber manipulado las taras en el puesto cuatro que es la balanza en que se pesa el ganado para el posterior pago a los productores (segunda balanza)”, explicó el presidente de INAC, Luis Alfredo Fratti. El problema detectado por los servicios técnicos del INAC motivó una gran desconfianza sobre el sistema de cajas negras entre productores e industriales.
frigoyí
Mientras tanto, Frigoyí “va a reliquidar las compras de haciendas a todos los productores que el INAC considere que tiene diferencias en base a los datos de cajas negras. Ya comenzaron los contactos”, indicó a El País el ejecutivo de la empresa Martín Piñeiro.
La empresa tiene un plazo de 20 días para hacer los descargos y una vez cumplido ese período, se pondrá en conocimiento de la irregularidad constatada a la Dirección General Impositiva (DGI) y se analizará la posibilidad de dar paso a la Justicia. El vicepresidente del INAC aseguró que no se puso el foco antes en el control de las taras de cajas negras porque “cualquier movimiento que se haga queda grabado en el sistema y así sucedió en este caso”.