Locales | 29 Ago MONTEVIDEO, 28 (Por Enrique Julio Sánchez). Los intendentes de todo el país, con excepción de Patricia Ayala, de Artigas, por el fallecimiento de su abuela, recibieron al director de la Oficina de Presupuesto y Planeamiento (OPP), Gabriel Frugoni, en la sede del Congreso de Intendentes en Montevideo. La reunión se realizó en régimen de Comisión General, que impide la presencia de periodistas en la sala y se extendió por una hora y veinte minutos. Contrariamente a lo esperado, no participó de la misma en ministro de Economía, Fernando Lorenzo.
El único tema en discusión fue el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), que generó encendidas discusiones entre los intendentes y la OPP, en la medida que los primeros continúan sosteniendo que se trata de una invasión a su independencia en decisiones que les respalda la Constitución de la República. En tanto, Frugoni, si bien se comprometió en nombre del Poder Ejecutivo a redactar un acuerdo que establezca un tratamiento diferencial para los intendentes, mantuvo con firmeza la decisión del Poder Ejecutivo en instalar el SNIP. En un momento de la discusión, según fuentes de plena confianza, llegó a decir: “Podemos hacer esto con el consenso de los intendentes o solamente con la decisión del Poder Ejecutivo”.
Los intendentes subrayaron también con firmeza que tienen las potestades que les brinda la Constitución de la República y que el SNIP, si se usara con contenido partidario, podría violentar el voto popular. Muchas veces los hoy intendentes obtuvieron el respaldo de los votantes por las propuestas de infraestructura que presentaron. Pero una vez aprobada la Rendición de Cuentas, que tiene en el caso de este articulado en particular la media sanción de Diputados, estos proyectos podrían luego ser aprobados o rechazados por técnicos de la OPP, que no fueron electos sino seleccionados, y que por las características del SNIP podrían estar por encima de los intendentes.
No obstante, conviene destacar, que algo similar ocurre con el Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) que hoy solamente asegura la inversión por el monto que le corresponde a cada intendencia, pero no que las obras que cada intendencia quiere hacer sea aprobado por el cuerpo de técnicos del FDI.
Los intendentes, al final de la reunión, por un lado “acorralaron” a Frugoni en un rincón de la sala de la mesa en herradura, y por sus expresiones quedó en claro que estaban disconformes. Pero, por otro lado, frente a los micrófonos de la prensa, destacaron que “se ha avanzado” en la medida que “la OPP aceptó una comisión conjunta en la cual se parte del compromiso del gobierno”, dado de palabra por Frugoni, “que se les brindara a las intendencias un trato diferencial”, aunque ese término no ha sido aun aclarado totalmente.
Claramente el SNIP “castiga” principalmente a una intendencia del Frente Amplio, la de Montevideo. La capitalina es la comuna que más invierte con fondos propios o utilizando fondos internacionales, que en definitiva se convierten en propios porque debe pagarlos. No accede a fondos del FDI ni del MTOP. Y el SNIP puede resultar un palo en la rueda de sus planes de inversión pública. Esto, un secreto a voces, genera una interna compleja dentro de la coalición de gobierno. Tan así que la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, se retiró antes que terminara la sesión.
Cuando la prensa la rodeó para conocer sus impresiones se limitó a decir: “No, no, no, declaraciones no, que me voy corriendo”. Y tras dar algunos pasos se dio vuelta y se despidió con un “igual los quiero mucho”. Asimismo se retiró antes el intendente de Maldonado, Oscar de los Santos, también del Frente Amplio, quien propuso la constitución de una comisión bipartita.
Al final de la reunión, grupos de intendentes continuaron discutiendo lo que había ocurrido en el pleno. La bancada del Partido Nacional continuó con la reunión que había iniciado antes del comienzo de la sesión extraordinaria, pero no tomó resolución, sino que solamente intercambió comentarios finales.
Posteriormente, ya casi a las 14, los intendentes blancos, con excepción de Bertil Bentos, se reunieron para almorzar en el restaurante de Ejido y San José. En otra mesa estaba Heber Coelho, director general de Administración, y su chofer, Saúl Corts. Los intendentes pidieron en general chivito al plato, lo mismo que Coelho.
El menú no fue para nada casual. La cuestión del SNIP deberá ser resuelta “a lo uruguayo”, partiendo de algo que hoy no existe. Como aquella vez que una turista argentina fue a un restaurante del este uruguayo y pidió un sándwich, que no había. Hubo que hacer algo casi de emergencia. Y surgió el chivito. Probablemente pase lo mismo con el SNIP y se consiga una receta que satisfaga a todos.