Paysandú, Martes 04 de Septiembre de 2012
Locales | 04 Sep En 2010 la facturación registrada por todos los juegos de azar en Uruguay creció un 13,8% respecto a 2009 y ascendió a 561 millones de dólares, cifra que representa el 1,4% del Producto Bruto Interno (PBI). Estos datos oficiales, sin embargo, no tienen en cuenta lo que se juega en el casino del Hotel Conrad de Punta del Este o en las máquinas tragamonedas que funcionan de forma irregular en bares, almacenes o clubes deportivos de todo el país.
Según cálculos del gobierno, en estas máquinas se apuestan alrededor de 100 millones de dólares al año, pero según sus operadores la cifra alcanza los 250 millones. Si estos cálculos fueran acertados, los uruguayos habrían apostado más de 826 millones de dólares durante todo 2010, lo cual equivale al 2% del PBI de ese año.
Estos son los principales datos contenidos en el primer capítulo de la investigación periodística “Los dueños del juego. El lucrativo negocio de las apuestas en el Uruguay”, realizado por los periodistas Pablo Alfano y Fabián Werner para el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo), con el patrocinio del Instituto Prensa y Sociedad (Ipys) de Perú.
La investigación recoge la información reunida en entrevistas con actores del juego en Uruguay, pedidos a cinco organismos del Estado y una organización que nuclea a los principales empresarios del sector. Además, divulga los montos que los uruguayos destinan a los juegos de azar hasta 2010, así como la creciente problemática de la ludopatía.
volumen del juego
Los juegos de azar también representan un negocio de extraordinaria facturación y que sitúa a los uruguayos entre los más apostadores del mundo. Por ejemplo, el dinero destinado al juego en 2010 es un quinto de lo que gasta un australiano, el principal apostador a nivel mundial.
Durante 2010 los uruguayos mayores de 16 años --esta edad es a los efectos de ser comparables con las estadísticas internacionales-- destinaron en apuestas un promedio anual de 4.100 pesos (unos 220 dólares). “El comportamiento que exhibe el volumen de juego acompaña el ciclo económico. En momentos de auge crecen las apuestas, mientras que durante las crisis se reduce”, consideró el titular de la Dirección General de Casinos (DGC), Javier Chá.
En el ámbito internacional, Uruguay se ubica por debajo de los países desarrollados por su nivel de apuestas per cápita, con valores que están en la mitad de países como Estados Unidos, Suecia, Dinamarca, según un estudio de The Economist. Ese informe muestra que los australianos son los mayores apostadores mundiales, con un gasto per cápita, en mayores de 16 años, cercano a los 1.300 dólares anuales.
La comparación muestra al uruguayo como un individuo que apuesta más que el europeo y el estadounidense, al destinar una mayor proporción de su ingreso al juego. Sin embargo, advierte el informe que debe considerarse que en ese cálculo no se excluye el neto entre apuestas realizadas por residentes en el exterior y lo que dejan los turistas en los casinos, lo que podría ubicar la cifra real en un nivel inferior.
El juego en cifras
En 2010 la facturación registrada por todos los juegos de azar en Uruguay creció un 13,8% respecto a 2009 y ascendió a 561 millones de dólares, cifra que representa el 1,4 % del Producto Bruto Interno (PBI). Las salas de juego y los casinos recaudaron en 2010 unos 230 millones de dólares. Actualmente existen ocho casinos que pertenecen a la Dirección General y cuatro de ellos funcionan bajo la modalidad del sistema de explotación mixto. Además, en todo el país hay 21 salas de esparcimientos (es decir con slots) pertenecientes al Estado, aunque cuatro de ellas funcionan en sociedad con operadores privados.
En esas 21 salas hay 5.113 slots, según la información oficial, pero la mayoría son explotadas en conjunto con operadores privados. Concretamente en las salas de los hoteles Radisson de Colonia, Radisson Victoria Plaza de Montevideo, Mantra y Nogaró de Punta del Este. En tanto en las salas que tiene la empresa Hípica Rioplatense, en varios puntos del país, funcionan al momento de culminar la investigación 2.791 slots, mientras que los 2.322 restantes están ubicados en los establecimientos controlados por el Estado de forma exclusiva.
En 2009 el ingreso para el Estado de las salas 100% estatales fue de 1.034.327.067 pesos y en 2010 la suma ascendió a 1.079.554.530 pesos. Las apuestas registradas en los casinos administrados por el Estado totalizaron 200 millones de dólares durante 2010, informó Chá. Los ingresos obtenidos por esa repartición en las salas de juego exhibieron un incremento de 14,5% respecto a 2009. El margen de ganancia sobre esos ingresos ascendió a 76 millones de dólares, lo que significa un alza anual de 18%.
La recaudación obtenida por el Estado de los establecimientos que funcionan bajo el régimen mixto fue en 2009 de 2.475.155.111 pesos (133 millones de dólares) y esa cantidad subió a 2.935.808.442 pesos (157,8 millones de dólares) en 2010. En 2009 el Estado le pagó a los operadores con los cuales tiene máquinas tragamonedas en “sociedad” 40,3 millones de dólares y en 2010 la cifra aumentó a 48,5 millones.
El hotel casino Conrad de Punta del Este nunca ha brindado ningún dato sobre el volumen de juego registrado en su sala de juego, siempre esgrimiendo razones de “confidencialidad”, dice el informe, que señala que el nivel de juego de los uruguayos en este casino no es muy significativo ya que recibe a una gran cantidad de extranjeros de alto poder adquisitivo.
Las apuestas que se realizan a través de la Banca Privada de Loterías y Quinielas (que agrupa a todos los agentes y operadores privados del país) reportaron 306 millones de dólares en 2010, lo que significó un aumento anual del 13,4%. De los ingresos obtenidos por la Banca ese año, unos 63,5 millones de dólares fueron a parar a manos del Estado. El principal producto que comercializaron las agencias y locales autorizados en 2010 fue la Quiniela, que representó el 45,1% de las ventas, seguido por el 5 de Oro (22,3%), la Tómbola (20%) y la Lotería Nacional (7,6%). Los juegos denominados Supermatch, Kini y Quiniela Instantánea, no superaron el 2% cada uno de la facturación total.
En tanto las apuestas en el Hipódromo Nacional de Maroñas totalizaron unos 25 millones de dólares en 2010, según dijo el gerente de hipódromo de Hípica Rioplatense, Óscar Bertoletti. En 2010 las apuestas totales que recibió Hípica Rioplatense por las carreras de caballos en Maroñas fueron 481.206.119 pesos, de los cuales 155.557.415 fueron retenidos por la empresa, de acuerdo con la información brindada por la Dirección General de Casinos.
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