Locales | 05 Sep “El monotributo social es un tributo único que nos da la posibilidad de formalizar y de incluir a un sector de la sociedad que hoy aunque trabaja no es considerada, que en adelante ingresarán al Banco de Previsión Social (BPS) y la Dirección General Impositiva (DGI). Lo pagan las personas que integran hogares por debajo de las carencias críticas o están en situación de vulnerabilidad social, que producen y comercializan cualquier tipo de bienes o prestan cualquier tipo de servicios”, dijo Rossana Umpiérrez, del Equipo de Monotributo Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Entre las excepciones, no pueden incluirse las actividades de servicio doméstico ni las propias de la industria de la construcción.
Umpiérrez estuvo en Paysandú, en el marco de una gira de promoción de la ley de Monotributo Social, aprobada el 23 de diciembre pasado. “Entre esa fecha y el 26 de julio estuvimos trabajando en una etapa de instrumentación y reglamentación de esa ley por lo cual postergamos la discusión masiva”, y ahora “estamos en una etapa de primera evaluación”. La ley es la 18.874 y el decreto el 220/2012. Establecen las reglas de juego, de donde surge la población beneficiada, las obligaciones contraídas, el monto a pagar y los derechos que se obtienen.
Cuidacoches, limpiavidrios, jardineros, artesanos, vendedores informales y similares pueden postularse al Monotributo Social, si cumplen con los requisitos. El indice de carencias críticas es un estudio que el Ministerio de Desarrollo Social hace para cualquiera de sus programas, focalizándose en el sector más carenciado. Es a través del mismo que se determina quienes pueden inscribirse en el Monotributo Social. No solamente estudia el ingreso, sino otras variables. Se evalúa en función de la persona y en función del núcleo familiar. Los aportes serán graduales. Durante los primeros doce meses de actividad se paga $202 por persona de Monotributo. Los segundos doce meses se abonará $404, los terceros doce meses $606 y del mes 36 en adelante abonará $807, cifra similar al del Monotributo común. Se obtienen además derechos a la seguridad social, tales como aportes para la jubilación y el subsidio por enfermedad.
“Hay que aclarar que los doce meses de actividad no siempre corresponden con un año corriente. Porque el afiliado puede darse de alta y de baja tantas veces lo necesite, lo que contempla las actividades zafrales. Entonces, lo que cuenta son los meses trabajados, no los que está de alta. Esos se van sumando hasta 12 y es el periodo que paga $202 por mes. Puede entonces, pasar bastante más de un año corriente para cumplir el primer periodo”, explicó Umpiérrez.
El Monotributo Social contempla la posibilidad de actividad individual o asociativa. En el caso de emprendimientos asociativos, pueden ser hasta 4 personas, aunque no pertenezcan al mismo núcleo familiar. Y hasta 5, si pertenecen a la misma familia.
Rossana Umpiérrez, asimismo, reconoció que hay trabajo por hacer, en referencia a otra franja inmediatamente superior. “El Mides tendrá que pensar que la población objetivo propiamente dicha del Ministerio, no es el total de aspirantes a monotributistas. Hay muchas personas que están por encima de la carencia crítica, pero aún así no llegan a cumplir con los requisitos de un monotributo común y entonces no pueden ser formalizadas ni acceden a políticas de inclusión. Esa franja hay que estudiarla y pensarla. Hay cierto sector que no llega a ningún monotributo y que espera una solución”.
“Quienes crean poder estan comprendidos dentro de la población objetiva, pueden completar la inscripción en la página web del ministerio, www.mides.gob.uy, donde se completa el formulario y de inmediato recibe la respuesta. Si es aceptada puede iniciar gestiones en el BPS y DGI, pero si obtiene un condicional, debe pasar por la oficina territorial del Mides para completar un formulario adicional”, informó Umpiérrez.