Locales | 10 Sep Una camioneta o --mejor dicho-- rural Fiat 500 Viajera del año 1966 pintada en tono amarillo, apareció ante la lente del fotógrafo en la zona Noreste de la ciudad. Un vehículo de cuyo tipo no hemos visto --al menos por este tiempo-- otros referentes en Paysandú.
Favio Frutos, con quien conversamos asiduamente sobre estos temas, nos comentaba que se trata de una rural Viajera Fiat 500, la cual está en su garaje pero pertenece a Julio Aguiar, quien la tiene en su poder desde hace aproximadamente dos años.
Nos comentó que cuando el actual propietario la adquirió, decidió reconstruirla, tanto en la parte mecánica como en la carrocería. Y así quedó en las buenas condiciones en las que se encuentra. Se la pintó amarillo de manera uniforme.
El motor instalado a popa es un Fiat de 500 cc, dos cilindros, refrigerado por aire.
El frontal muestra una pequeña rejilla y a su vez el logotipo de la marca. El parabrisas es amplio, teniendo en cuenta las dimensiones del vehículo.
Tiene una puerta por lado, las cuales abren --como vulgarmente se dice-- al revés. Le continúan dos cristales por lateral, mientras que en la popa se ubica el portón trasero.
En el habitáculo se aprecian dos butacas adelante y un asiento enterizo posterior. En la parte delantera del techo se encuentra lo que se denomina techo solar, en este caso corredizo, con capota.
Un vehículo que por tamaño y economía tuvo sus adherentes en su tiempo, y en este caso, un referente que se muestra como en sus épocas de cero kilómetro, gracias a las tareas de reparación.

APUNTES TéCNICOS
Motor: de dos cilindros, de 500 cc, refrigerado por aire.
Caja de cambios: de tres marchas.
Tracción: trasera.
Frenos: hidráulicos a campana.
Suspensión: delantera con elástico transversal, trasera con dos amortiguadores.