Rurales | 09 Sep La delegada de la Sociedad Rural de Carlos Casares ante Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires), Andrea Passerini, señaló que el aumento de las lluvias en agosto provocó anegamiento en la mayoría de los campos y dejó a los productores sin caminos, enfatizando que “ni siquiera se nos ha reconocido el estatus de inundados”.
En los primeros cinco meses de 2012 llovieron alrededor de 1.000 milímetros, cuando el promedio de todo el año oscila en torno de los 850 milímetros. Este aumento generó inundaciones en varios campos, afectando la producción y borrando del mapa caminos en las zonas rurales del oeste bonaerense. Las localidades más afectadas son Carlos Casares, Pehuajó y Azul. Frente a esta situación, los productores reclaman al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires que firme el decreto de emergencia que rige desde el 1º de abril.
Al respecto, Andrea Passerini, delegada de de la Sociedad Rural de Carlos Casares ante Carbap, sentenció que se encuentran en una situación de “indefensión y abandono”. “Ni siquiera se nos ha reconocido el estatus de inundados para que podamos prorrogar el pago de nuestros impuestos sin estar fuera de la ley, tal como estamos hasta la fecha”, señaló la dirigente. “Scioli insistió en que iba a considerar los casos particulares en relación al desmesurado e inconstitucional aumento de los impuestos al campo aprobados el 31 de mayo pasado. Si bien no estamos de acuerdo con eso, ya que dada su manifiesta inconstitucionalidad y que contribuye a que la carga impositiva total que padecen los campos de la región resulte confiscatoria (estudios en Pehuajó determinaron cargas tributarias totales que llegan al 84%), creemos que en el caso de desastres climáticos de esta envergadura tienen que activarse mecanismos especiales de asistencia para impedir los quebrantos que ya se están insinuando”, detalló.
Asimismo, Passerini pidió que la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de la Provincia de Buenos Aires (Cedaba) se vuelva a reunir para recategorizar la gravedad de las distintas zonas afectadas y extender el plazo de vigencia de la emergencia y/o desastre al menos hasta fin de año.