Deportes | 10 Sep Manuel Angel Loor Zambrano, más conocido en Sudamérica como el “Rey de la cascarita”, llegó a nuestra ciudad de la mano de un viejo conocido suyo, el ex futbolista Jorge Moncecchi. Lleva el apodo de “Cascarita” debido a que así se le llama en Ecuador a dominar la pelota.
Loor tiene 57 años, y hace más de 20 que sigue a la selección ecuatoriana por todo el continente, habiéndolo recorrido en su totalidad en estos años. Se conoció con Moncecchi cuando el ex futbolista sanducero jugaba en Deportivo Quito, ya que “Cascarilla” es fiel seguidor de este equipo.
Un día dijo que vendría a visitarlo, y hace unos 8 años concretó su promesa. El 18 de agosto salió desde Ecuador, pasó por Bolivia, Perú, Argentina, de ahí cruzó a Fray Bentos y hace unos días llegó a Paysandú con el motivo de visitar a su amigo. Ahora se encuentra en Montevideo, debido a que el martes juega su selección ante la uruguaya en el Estadio Centenario.
“Cascarilla” viaja de ciudad en ciudad a pie o, cuando puede, en ómnibus, siempre haciendo presentaciones. El “Rey de la cascarita” hace su rutina adentro o en las afueras de los estadios, en las escuelas o en la calle, con el propósito de conseguir dinero para poder seguir a su selección, donde juegue. Sus presentaciones consisten en hacer jueguitos con la pelota, con un huevo y hasta con una piedra de 6 kilos.
Loor comenzó a jugar al fútbol en su país natal, lo hizo en Nacional, hasta que un tumor lo alejó de las canchas y como nunca quiso perder contacto con la pelota, se dedica a hacer “jueguitos” que deleitan a grandes y chicos.
Viaja de ciudad en ciudad de esta manera debido a que “no me gusta pedir”, según dijo en diálogo con EL TELEGRAFO, aunque aclaró que en ocasiones “los directivos me han hecho ayudas momentáneas”. También recibe el apoyo de los futbolistas de la selección ecuatoriana, quienes en ocasiones le dan dinero para que pueda subsistir. “En la Copa América los jugadores reunieron más de 1.000 dólares, lo que me dio para sobrevivir”, contó. “Yo soy como una mascota, cuando tenemos buenos resultados me llevan en el avión, sino me vuelvo a pie”, dijo entre risas Loor.
A su vez contó que sigue al seleccionado porque “soy ecuatoriano, quiero al fútbol y a mi selección”.
También dijo llevarse “una buena impresión” de nuestro país, aunque expresó que “es muy caro”. Cascarilla contó que “en Ecuador, por 10 dólares, podes alquilar un lindo hotel, con baño privado; acá en Uruguay sale 60”.
Cuando se ve en aprietos, el “Rey de la cascarita” visita la embajada de su país y ahí recibe ayuda del consulado. Una mala experiencia le tocó vivir en la Copa América de Argentina 2011, durante la cual “me robaron todo, me dejaron sin nada, solo con la piedra”. Pero el ecuatoriano es optimista y dijo que “está todo bien”.
Hoy el ecuatoriano se encuentra en Montevideo hasta el martes, luego seguirá viaje, en avión o como pueda, pero siempre está al lado de su selección.