Paysandú, Lunes 17 de Septiembre de 2012
Locales | 11 Sep “Hemos aprendido mucho de los errores”, destacó a EL TELEGRAFO el doctor Carlos Ripoll, director provincial de Programas Sanitarios del Ministerio de Salud de la provincia de Jujuy, expositor en la jornada binacional sobre prevención del dengue en el Salón de Actos de Comepa. Ripoll evaluó que además de las acciones preventivas mediante el combate del mosquito Aedes Aegyti, es fundamental el protocolo para la detección precoz de posibles casos de la enfermedad, teniendo en cuenta que puede confundirse con otras afecciones.“Hemos hecho en Paysandú una presentación acerca de nuevos paradigmas referidos al dengue en cuanto a la nueva clasificación y sobre todo de las lecciones aprendidas en base a una experiencia de unos cuantos años”, destacó Ripoll. “He transmitido cómo lo vimos nosotros al problema, lo que hicimos al respecto, dónde cometimos errores, dónde tuvimos aciertos, siempre tratando de trasladar la experiencia a otras personas”, precisó, a la vez de aclarar que el dengue no es endémico en Jujuy, sino epidémico, esporádico y sobre todo relacionado con la situación en países limítrofes.
“Nosotros de vez en cuando tenemos casos, y en realidad hemos tenido dos brotes importantes, uno de los cuales fue pequeño, con 84 casos, y uno que fue más grande en 2009, con 1.350 casos. En los años intermedios a esos dos tuvimos casos, la mayoría importados, que no pasaban de cinco o seis, por lo que tenemos un buen sistema de control, un sistema de vigilancia y nos fue bien”, señaló.
En otro sentido, “en lo que respecta a la aplicación de normas, hemos tenido errores, tuvimos desaciertos, los corregimos, seguimos corrigiendo y de eso hemos hablando en Paysandú en la jornada”, evaluó. “Hemos contado por lo tanto una experiencia basada en unos cuantos años de control”, acotó.
Al ser consultado sobre cómo percibe la situación en Paysandú, subrayó que “evidentemente el Uruguay está rodeado de dengue, con Brasil por un lado, Paraguay por el otro, como así también Argentina, con diferentes grados en esos tres países, por lo que tienen que estar preparados y alerta para actuar en caso de una emergencia”.
En cuanto a si considera que el grado de infección con Aedes Aegypti es alto en Paysandú, teniendo en cuenta que se ha constatado en el diez por ciento de los hogares de la ciudad, indicó que “que sean porcentajes altos o bajos no es tan relevante, porque en este tema el asunto es al todo o nada. Podemos tener brotes con índices muy bajos y van ser brotes acotados, podemos tener brotes con índices muy altos que por supuesto van a ser grandes”.
Detección precoz
“La importancia de todo es tratar adecuadamente a los pacientes, vigilar la situación de la enfermedad, detectar rápidamente los primeros casos y cuando hay índices que no son muy grandes, que no están superando el cinco por ciento, se pueden bloquear esos casos y evitar un brote epidémico”, destacó Ripoll.
Señaló además que “lo fundamental es por lo tanto actuar a tiempo y sobre todo hay que tener presente que esto no tiene vacuna, y que la mejor manera de prevenir es eliminar o neutralizar los criaderos de mosquitos, aquellos elementos o recipientes que estén juntando agua en todas las casas, y por lo tanto la participación de la comunidad, del vecino, es fundamental”.
Respecto a la detección precoz de casos de dengue, teniendo en cuenta que puede confundirse con otros estados febriles, dijo que “cuando recién se inicia se parece a una multitud de enfermedades, porque es como una gripe seca, sin mucosidad, pero a la vez se confunde con muchísimas enfermedades, que es lo que nosotros llamamos síndrome febril agudo, y trabajamos en base a los sospechosos de ese síndrome, situado en el contexto epidemiológico del momento”.
contexto es clave
Explicó en torno a este concepto que “se evalúa en qué época del año estamos, cómo está la situación limítrofe, cómo están los casos importados en otros sectores, y en base a eso aumentamos o disminuimos los niveles de alarma. Pero de cualquier manera trabajamos antes de la confirmación de laboratorio: si tenemos un caso sospechoso en época estival, o ya en época de calor, de lluvias, es muy sospechoso de dengue y todo sospechoso es inmediatamente visitado en su domicilio, además de hacer la fumigación en esa vivienda y vecinas”.
“Por supuesto, después llega el resultado del laboratorio, y la mayoría de las veces es negativo, pero en realidad lo que hemos hecho es anticiparnos al problema. En lo que va de 2012 se hicieron casi 400 bloqueos químicos, de los cuales solo ocho resultaron ser dengue. Si no hubiésemos hecho ese tipo de tareas, tal vez alguno de esos ocho casos hubiera dado lugar a una epidemia”, consideró.
“Lo importante es establecer un protocolo por el cual el sospechoso sea inmediatamente bloqueado químicamente, y eso puede hacer la diferencia entre brote y no brote. Ahora, el problema con esta enfermedad, que es tan similar a muchísimas en su comienzo, hace que muchos ni siquiera consulten, y en estos casos es inevitable que no podemos detectarlos, porque si no hay consulta no hay registro y no se desencadena el control correspondiente”.
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